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Pacheta, en la mitad de su camino

Mantiene vivo al Huesca tras sus diez primeros partidos y le restan otros tantos en la lucha por la permanencia.

Pacheta, tensionado, durante un entrenamiento con la SD Huesca.
Pacheta, tensionado, durante un entrenamiento con la SD Huesca.
SD Huesca

Tras el 0-0 del sábado con Osasuna, son ya diez las jornadas que José Rojo, ‘Pacheta’, lleva al frente de la SD Huesca, poco más de dos meses en los que el técnico burgalés, que firmó hasta el final del curso, ha logrado que un equipo que se encontraba entonces en plena espiral negativa siga ahora con vida habiéndolo dotado de un nuevo estilo, pero al que aún no ha sacado del descenso. Al igual que ocurrió en los primeros partidos del curso con Míchel Sánchez, las sensaciones son mejores que los resultados. Hacer que ambos aspectos vayan a la par es la tarea que tendrá por delante en los diez compromisos que restarán cuando la competición se reanude el 2 deabril con la visita al Levante tras el parón de selecciones. La permanencia sigue siendo la meta final.

Más competitividad

A Míchel, el crédito se le acabó con el 0-2 ante el Betis. Era la quinta derrota en seis partidos dentro de una racha que incluía la eliminación en la Copa a manos del Alcoyano, un Segunda B, y solo un empate que llevarse a la boca, un 1-1 con el Levante. La tarjeta de resultados a lo largo de todo el curso era de una victoria, nueve tablas y ocho tropiezos. Hasta el momento, Pacheta ha logrado dos triunfos y tres empates, y lamentado cinco marcadores adversos en los que solo ha habido más de un gol de diferencia en el 4-1 con el Barcelona dentro de un calendario no exento de huesos duros. Con el Villarreal se conguió un 0-0, al Real Madrid se le forzó a tener que remontar (1-2) y tampoco se le puso fácil al Sevilla (1-0). La derrota con el Getafe (1-0) se disculpa por ser la del debut y la que más dolió por cómo se desarrolló fue la del Celta (3-4). Entre los días de alegrías figuran el 1-3 con el Valladolid y el 3-2 con el Granada y las tablas las completa, ademas de la firmada con los castellonense y la última con Osasuna, el 1-1 de Éibar.

Un esquema asentado

El Huesca de Pacheta ha sido reconocible desde el primer minuto apostando por un esquema caracterizado por la utilización de tres centrales y dos carrilleros que hasta el momento se ha mantenido prácticamente inamovible. En los dos primeros choques Mir estuvo escoltado en las bandas por Escriche y Ontiveros, y coincidiendo con la visitia a Valladolid se estableció ya la actual configuración para el ataque de tres centrocampistas y dos puntas.

Cambio de roles

Han sido varios los jugadores que han experimentado un giro radical en su rol dentro del equipo. Han ganado en importancia Seoane, Escriche y Doumbia, mientras que a otros no se les encuentra acomodo. Borja García prácticamente no ha contado, el papel de Ontiveros se ha vuelto secundario y Okazaki solo ha jugado dos minutos en los últimos cuatro minutos. La situación de Ferreiro apuntaba a ser similar, pero se le ha sabido a hacer hueco acomodándolo como interior. Dejando a Eugeni, recurrente descarte técnico, al margen, Pacheta ha empleado ya a todos los miembros de la plantilla salvo a Mosquera, que acaba de salir de una lesión, y Valera, baja de larga duración. La situación de la enfermería se ha ido aliviando con el paso de las semanas. Para su debut, el técnico tuvo que lidiar con siete futbolistas no disponibles y frente a Osasuna solo no estaban en condiciones de jugar Valera y Gastón Silva. A falta de pruebas médicas, ahora todo apunta a que se les unirá Vavro.

Defensa y ataque

Solo frente al Valladolid se ha logrado conjugar solidez defensiva y eficacia en ataque. Se ha dado muestras de ser un conjunto con recursos de cara a la meta rival y de hecho se ha elevado la media de goles de 0,7 por envite con Míchel a 1,2 con Pacheta. Sin embargo, atrás la ratio de tantos encajados se mantiene similar 1,5 por 1,6, si bien la mitad de ellos se han concentrado en los cruces con el Celta y el Barcelona. Problemas heredados como la debilidad en el balón parado persisten.

Puntos insuficientes

La SD Huesca suma en estos momentos 21 puntos, menos de los que el propio Pacheta esperaba, según reconoció a la finalización del duelo con Osasuna. Cuando tomó las riendas, el equipo acumulaba doce puntos en 18 partidos. Es decir, tenía una media de 0,6. Ahora, ésta es algo superior, 0,9, pero sigue sin llegar al menos al punto por compromiso. La distancia con la salvación cuando relevó a Míchel era de seis, llegó a recortarla hasta los dos, pero todavía no se ha abandonado el farolillo rojo.

Citas ineludibles

A la vuelta del parón esperan el Levante y el Elche antes de visitar al Atlético de Madrid, el líder. En esos dos partidos la victoria debe ser una meta ineludible. Despues, quedará un calendario final en el que el Huesca aún deberá medirse a rivales directos como el Getafe, el Alavés y el Cádiz.

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