El regreso de los veteranos de la SD Huesca a la tierra prometida

Todos sobrepasan los 30 años y también los cien partidos disputados en la élite del fútbol. En su regreso a Primera División la SD Huesca va a contar en sus filas con varios jugadores veteranos que han sido importantes en el camino hacia el ascenso y que conocen bien el terreno que ahora toca pisar. Mikel Rico, Mosquera, Luisinho y Okazaki vuelven a la élite, a un monte Olimpo del que habían sido expulsados por los avatares, pero que han conseguido volver a escalar. Su presencia a las órdenes de Míchel Sánchez marca por sí sola una importante diferencia con el inicio del anterior proyecto ideado para competir frente a los otros 19 mejores conjuntos de España.

Entonces, en el bloque de jugadores que continuaban predominaban los debutantes en la competición, con Moi Gómez (100 partidos), Sastre (44), Pulido (179) y Camacho (5), como excepciones, junto a Brezancic, cuyo paso por alguna primera división había sido en Serbia y Holanda. Hombres con amplio recorrido en el fútbol profesional como Ferreiro, Aguilera y Santamaría todavía no se habían visto en esa lid. Ahora, entre los que tienen contrato, solo Eugeni y Valera no presentan precedentes en la máxima categoría en sus hojas de servicio.

A expensas de lo que ocurra con Pedro López, cuya renovación no acaba de llegar a buen puerto y que añadiría 235 partidos de bagaje, Mikel Rico encabeza la lista en lo que a experiencia en Primera División se refiere. El centrocampista vasco, hasta su vuelta al Huesca el pasado verano, había disputado doscientos encuentros divididos en ocho temporadas y dos equipos, el Granada y el Athletic. Tras salir de San Mamés con 34 años ha conseguido jugar en todas y cada una de las jornadas del último curso en las que ha marcado siete goles y repartido cinco asistencias.

Su inseparable compañero en la medular ha sido Pedro Mosquera. El gallego de 32 años presenta en su curriculum 148 participaciones en partidos de Primera División. Tuvo un paso fugaz por el Real Madrid, en cuya cantera se formó, y después recaló en el Getafe y el Elche antes de volver a casa, al Deportivo. En La Coruña fue pieza importante durante tres campañas. Sin embargo, no pudo impedir el descenso a Segunda División en 2018 y, aunque en el siguiente ejercicio permaneció en Riazor, Rubén García, el director deportivo de los oscenses, logró que hiciese las maletas con rumbo a Huesca hace un año. Con 3.350 minutos disputados, solo Pulido ha estado sobre el césped más tiempo que él y ninguno de sus compañeros puede decir que haya recuperado más balones, 46.

En la anterior estancia del Huesca en la máxima categoría Luisinho, cuya renovación aún no se ha hecho oficial, aunque dentro del club se da por cerrada, fue uno de los refuerzos, junto a otros como Etxeita y Musto, atados para compensar la falta de experiencia en la élite. Sin embargo, su pronta rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha hizo que solo pudiese tomar parte en siete partidos. Tras una campaña en la que Míchel lo ha utilizado en 27 ocasiones, a sus 35 años vuelve a una liga en la que ya acumula 118 choques.

Por su parte, Okazaki, de 34 años, todavía no ha competido en Primera División, pero si lo ha hecho tanto en la Bundesliga como en la Premier League, en la que se proclamó campeón. A lo largo de las nueve temporadas previas a su llegada a El Alcoraz, en esas dos competiciones disputó 242 encuentros con el Stuttgart y el Mainz 05, en Alemania, y con el Leicester, en Inglaterra. Como azulgrana ha marcado doce goles.

Al margen de los ya mencionados, Insua y Pulido acumulan 49 experiencias en la élite. Ferreiro tiene 35; Galán, 16; Nwakali, nueve con el Venlo en Holanda; Juan Carlos y Mir, dos; y Álvaro, una.