La afición continúa empujando. Al menos 1.100 hinchas se desplazarán este domingo hasta tierras castellonenses para presenciar en directo el duelo entra la SD Huesca y el Villarreal. Enfrente habrá un rival directo por la salvación y en juego estarán muchas de las opciones que aún conservan los altoaragoneses de quedarse en Primera cuando restan cuatro jornadas para la conclusión de la temporada. La cita es trascendental y así se ha entendido desde el club y la grada desde que el martes se escuchó el pitido final del 2-0 con el Eibar.

Ya el miércoles se generaron filas frente a las oficinas de la entidad azulgrana y este jueves se volvieron a repetir desde primera hora de la mañana. Si en la primera jornada el balance fue de 500 entradas despachadas y ocho autobuses fletados, en la segunda se elevó hasta los 1.100 pases vendidos y 17 autocares reservados.

"La afición en los desplazamientos somos un jugador más", describió Miguel Ángel Gella, uno de los fans que confirmaron su asistencia en el Estadio de La Cerámica. "No hay que perder la ilusión porque está siendo la temporada más bonita que hemos vivido", manifestaba ya con su entrada en la mano junto a su amigo y tocayo Miguel Ángel Bueno. Éste último se manifestaba en términos similares: "Ojalá que ganemos y sigamos con esperanzas de seguir luchando".

Todavía en la fila se encontraba Jorge Conesa. "En principio tenía pensado ir a Villarreal, pero el resultado con el Rayo me generó dudas. Sin embargo, la victoria con el Eibar, ver la respuesta de la afición y cómo el club nos está apoyando me ha decidido", contaba.

La SD Huesca ha sufragado en esta ocasión el coste del desplazamiento, mientras que el precio de la entrada ha sido de quince euros. Los autobuses partirán el domingo del Palacio de los Deportes en dos turnos, a las 8.00 y las 10.00, y el viaje de regreso se iniciará a las 21.00.

El número de hinchas que acompañarán a los de Francisco queda por debajo de los 2.000 del Santiago Bernabéu, pero supera al de otras citas de esta campaña. En el Camp Nou hubo 700 y frente al Alavés y el Espanyol se sumaron 600. En la 2009-10 fueron cerca de mil los que también viajaron a Villarreal, aunque en aquella ocasión para medirse al filial del submarino amarillo y con la permanencia en Segunda División en juego.