El Real Zaragoza camina en la jornada 35 de esta liga 2023-24 en la posición 14ª, empatado con el precedente, el Huesca (13º) y con el inmediato posterior, el Eldense (15º), los tres equipos con 42 puntos. 

Ese balance le hace mirar a la frontera del descenso a Primera RFEF con 5 puntos de distancia. La marca es ahora mismo el Amorebieta, con 37. Los vascos serían los que bajarían como cuartos por la cola (19º) si la liga concluyera hoy. 

Es una situación nerviosa. Preocupante. Muy a tener en cuenta en el manejo de las cosas en las 7 jornadas que restan únicamente para que el torneo concluya. 

En primer lugar, porque el propio Real Zaragoza viene en decadencia desde hace casi 8 meses, con dos cambios de entrenador en sendas caídas libres de resultados y puntuación desde septiembre a marzo y con un tercer técnico, Víctor Fernández, que ha llegado como último médico sanador posible. Porque el siguiente licenciado en medicina que entraría en juego ya, si la situación no se solucionara, sería el forense. El único médico que trata con muertos y no con vivos. 

Y en segunda instancia, porque el pelotón de equipos que está tratando de huir al galope de los puestos últimos, los de descenso, como manada de búfalos por la sabana africana, lleva cuatro jornadas avisando de una reacción sorprendente por ser masiva, casi unánime de todos ellos. Así, el agua está subiendo de nivel y equipos como el Real Zaragoza la tienen ya en la barbilla. Para temblar. 

Jornada 35... unas alforjas con 42 puntos... un colchón de seguridad de solo 5 puntos... solo 21 por dirimirse en las 7 jornadas postreras... ¿Qué dice la historia reciente que ha sucedido en estos casos con equipos que presentaran situaciones parecidas a estas alturas?

En primer lugar, que la mayoría de los afectados han acabado salvando el pellejo, sin descender, aunque varios hayan tenido que aguardar a la última jornada para cuadrar las matemáticas y, por ello, sufrir como condenados. 

Pero, asimismo, hay hasta 6 casos que el Real Zaragoza debe tomar como referencia para no recrearse, no confiar en la suerte y apretar las tuercas al máximo para solventar cuanto antes sus dificultades, que son reales y serias. 

La media docena de ejemplos cristalinos

En efecto, en los últimos 7 años hay un contingente de 6 equipos que, en circunstancias parejas a las que tiene hoy el Real Zaragoza, acabaron yéndose al pozo en último día. A saber:

En la liga 20-21, el damnificado fue el UD Logroñés. Acabó la jornada 35 en el puesto 16º con 40 puntos y con un mirador hacia atrás similar al que tiene hoy el Zaragoza. Bien, pues los riojanos acabaron con 44 puntos, en el puesto 20º y bajaron. El que salió del grupo que parecía finiquitado fue el Lugo.

En la liga 19-20, la anterior, el Deportivo de La Coruña tenía en este hito del camino, la jornada 35, un volumen de 41 puntos. Los gallegos, inusitadamente, acabaron con 51 puntos y, pese a ello, descendieron al quedarse enganchados en el puesto 19º. Es el récord de puntuación con el que un equipo se ha ido por el sumidero desde que la liga tiene este formato. Quien se salvó 'in extremis' fue nuevamente el Lugo. 

En la temporada 18-19 el que pagó caro su exceso de confianza fue el Rayo Majadahonda. Los madrileños, tras una primera mitad de liga notable, fueron desinflándose y, muy al final, se murieron en la orilla. En la jornada 35 tenían 40 puntos y se ubicaban en el 15º lugar. El histérico final de aquella liga los dejó con 45 en la 19ª plaza, mortal de necesidad. Por tercer año consecutivo, el que se libró de la guadaña fue el 'sietevidas' Lugo.

En la campaña 17-18, la Cultural Leonesa padeció el mismo mal del final de temporada que suele afectar al menos a un confiado de más. En la jornada 35 tenían 39 puntos y, tras un meritorio curso, se veían muy cerca de la salvación según venían los de atrás. En la recta final, sumó hasta los 48 puntos pero el Córdoba tiró con más fuerza desde el furgón del fondo y lo rebasó. Los leoneses acabaron en el 19º puesto y descendieron. 

Y, por no seguir retrocediendo más en el tiempo y quedarnos con lo más reciente y recordable, en la liga 16-17 hubo hasta dos descendidos que, tras la jornada 35, pisaban tierra firme y tenían en su mano la permanencia. El UCAM Murcia, con 41 puntos, era el 16º. Y e Elche, con 42 (exactamente igual que el Real Zaragoza ahora), era el 15º. Los dos acabaron perdiendo la categoría siete semanas después. Los murcianos llegaron a los 48 puntos pero ese año no sirvió esa cota y, cuartos por la cola (19º), se fueron al infierno. Más grave fue los del Elche. En las 7 últimas jornadas solo sumaron un punto y, con 43, acabaron penúltimos (21º) y se despeñaron. Quienes les echaron el guante saliendo desde atrás del todo fueron el Almería y el Alcorcón.

Son paradigmas que deben servir como aviso para navegantes. Como ejemplos recientes, reconocibles y recordados al detalle por la mayoría que, por sí mismos, advierten de la seriedad y hondura del asunto que tiene el Real Zaragoza entre manos.