REAL ZARAGOZA

El Real Zaragoza es el equipo con menos penaltis a favor de la liga: solo uno en 33 partidos

El equipo aragonés está siendo perjudicado todo el curso por las decisiones de los árbitros y el VAR en las jugadas susceptibles de ser pena máxima. Ante el Tenerife se fue al limbo una clara sobre Valera.

Momento en el que Valera ha sido derribado por Mellot y el árbitro, Caparrós, espera el apoyo del VAR en el Real Zaragoza-Tenerife de este domingo.
Momento en el que Valera ha sido derribado por Mellot y el árbitro, Caparrós, espera el apoyo del VAR en el Real Zaragoza-Tenerife de este domingo.
Toni Galán

El Real Zaragoza es, con un penalti lanzado en las 33 jornadas de liga ya disputadas, el equipo de la liga de Segunda División al que menos penas máximas a favor le han señalado los árbitros y el videoarbitraje (VAR) en los 8 meses de competición ya transcurridos. 

El que más en esta categoría es el Espanyol, que ha lanzado 10. Le sigue en el escalafón el Racing de Santander, con 8. Y comparten en podio, con 7 penaltis tirados, el Burgos y el Racing de Ferrol.

Con 6 penas máximas indicadas por los jueces a favor de sus intereses se hallan el Eibar, el Elche y el Leganés. Y con 5, el Eldense, el Tenerife y el Mirandés. 

Continúan este ranquin los equipos que han lanzado 4 penaltis: Andorra y Oviedo. Y con 3, el Albacete, el Valladolid y el Cartagena. Con solo un penalti más que el Zaragoza, es decir, con 2 chutados, lo preceden el Levante, el Alcorcón, el Huesca y el Sporting de Gijón. Pero es tan escasa la cifra de penas máximas con las que se ha visto agraciado el cuadro zaragocista que, matemáticamente, estos cuatro equipos casi iguales que él han podido ejecutar 'el doble de penaltis' que el Real Zaragoza. 

Es realmente sorprendente este balance tan pernicioso para los zaragocistas a falta de tan solo 9 jornadas para que la liga concluya. Que solo haya disfrutado de un penalti, el que lanzó y transformó en gol Maikel Mesa en Lezama para empatar 1-1 ante el Amorebieta, deja abiertas las puertas para el enfado, para el resquemor, para las dudas entre la afición blanquilla. Porque penaltis para poder ser decretados por los árbitros a favor del Real Zaragoza los ha habido... y no pocos. 

El último, el que da pie a llevar a cabo una nueva retrospectiva de esta circunstancia singular que está haciendo daño al equipo aragonés desde agosto, con los árbitros y los responsables del VAR como principales señalados del perjuicio, tuvo lugar en el minuto 50 del partido del domingo pasado en La Romareda ante el Tenerife. Valera fue derribado, barrido, por Mellot en una incursión en el área. El defensor chicharrero no tocó balón y sí la pierna izquierda del extremo zaragocista. El árbitro de campo, el valenciano Caparrós Hernández, no se fue al punto de los 11 metros. El VAR entró en revisión. Pasó minuto y medio mientras el cántabro López Toca y sus auxiliares remiraban las imágenes en la sala de Las Rozas (Madrid). Caparrós inició el gestó del cuadrado en el aire que indica que los árbitros van a ir a mirar el monitor a la banda... pero lo cortó enseguida y dijo que no había nada. No se ha publicado la conversación por el pinganillo entre los dos jueces, pero algo hizo que se disolviera lo que parecía un penal clarísimo. 

Es una muesca más que deja al Real Zaragoza con la sensación de menoscabo que ya cumple varios meses. Cada jornada, muy a menudo, se ven acciones en otros partidos que, bien son parecidas, bien gemelas, y que son consideradas penalti por los árbitros o, en caso de duda, por el jefe del VAR. A veces, incluso, el nombre y los apellidos del ejecutor es el mismo que le niega al Real Zaragoza el beneficio de esas faltas supremas a su favor en otro momento puntual. Y de ahí surgen, se alimentan y crecen las dudas y los recelos ante el modo de funcionar del estamento arbitral, con sus peculiares modos de tirar y entender las rayas del fuera de juego (tan cambiantes y subjetivas según el lugar y los protagonistas) y con las variables, mutables y subjetivas entendederas de lo que es o no es penalti. 

Un largo listado de perjuicios

Huelga repetir los episodios de penaltis flagrantes a favor del Real Zaragoza que no se pitaron, a los que se suma ahora este citado de Valera en el duelo con el Tenerife. Aquella mano de Félix Garreta bajo palos, sacando en la raya un gol que entraba tras disparo de Moya, en el Amorebieta-Real Zaragoza de enero (1-1), o sea, el día en el que precisamente el referido López Toca pitó el único penalti lanzado por los zaragocistas hasta hoy. O aquel monumental derribo sobre Valera en el minuto 1 del partido Real Zaragoza-Racing de Santander en septiembre (1-1) que no vio Guzmán Mansilla ni el VAR de turno. O las dos zancadillas en el partido Real Zaragoza-Mirandés en casa (0-1), una sobre Valera y otra sobre Grau, que Galech Apezteguía y el VAR ignoraron tras revisión. 

Más sonado fue el penalti de Rivas a Manu Vallejo en el Real Zaragoza-Alcorcón (0-2), aún con 0-0, que Quintero González se comió, el VAR estaba obligado a dar por ser indiscutible y cristalino y... en el rebobinado de toda la jugada, alguien quiso ver fuera de juego de Bakis por una décima de milímetro que las líneas justificaron a su manera para dejarlo todo en agua de borrajas tras 7 minutos de parón del juego. 

O aquella mano de Franquesa en el Real Zaragoza-Leganés, a centro de Francho, que ni Lax Franco ni el VAR decretaron como penalti cuando, en esa misma jornada, en Primera y en Segunda, hubo dos acciones semejantes que sí fueron sancionadas como pena máxima. 

El listado se puede estirar al gusto, según lo fino que quiera hilar cada observador o historiador. Cito un último caso que pareció en su día cristalino: el agarrón sobre la pierna de Sergi Enrich del portero del Alcorcón desde el suelo en el partido jugado en Madrid (0-0) hace tres meses, cuando el delantero iba a empujar a gol a puerta vacía en un barullo. A Ávalos Barrera se le pudo pasar sobre la hierba, pero no debió ser así para los del VAR. 

En definitiva, que lo que sucede este año con los penaltis a favor y el Real Zaragoza es un caso digno de estudio, de análisis detallado y de recuerdo imborrable suceda ya lo que suceda en las 9 jornadas que faltan para concluir la competición. Siendo benévolos, se puede calificar como anormal. Seguramente caben más epítetos. A discreción. 

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