Vuelve Azón, el corazón del Real Zaragoza
Casi seis meses y 18 partidos después, el canterano volvió a marcar. Señalado como "revulsivo" en la previa, salió titular, marcó y luchó como siempre.
Un minuto antes de acercarse a la grada para celebrar su gol, Iván Azón estaba corriendo como alma que lleva el diablo para defender una jugada en la línea de fondo de su propia área. Estaba, por tanto, a 107 metros de donde tendría que estar un delantero que quiere marcar. Pero Iván Azón no se ahorra un esfuerzo, ni una carrera, ni un contacto. Unos segundos después de bajar a defender esa jugada, su lucha tenía previa y, por fin, su rostro volvía a adoptar la sonrisa del gol.
El canterano llevaba casi medio año sin celebrar uno. Ha sido casi medio año, desde aquel Sporting-Real Zaragoza (2-2) de terrible recuerdo para el portero Puossin. Desde entonces habían pasado 18 partidos hasta ayer. 18 encuentros en los que Azón no encontraba la recompensa de su esfuerzo. Para un delantero esto siempre es duro, y si no que se lo pregunten a su compañero Sinan Bakis, con quien ayer compartió la dupla de ataque contra pronóstico.
No se esperaba a Iván Azón en el once porque Víctor Fernández, su entrenador, lo situó en la previa del partido como "un revulsivo". Sí abrió la puerta a que compartiera ataque con Bakis, pero pareció reservar al batallador ariete «zaragozano y zaragocista» –como dijo Víctor– para las segundas partes. Azón acabó siendo un revulsivo para el equipo, pero partiendo desde el inicio.
Por momentos, dinamitó una defensa tinerfeña indolente. Su arranque no fue el mejor, al terminar mal una penetración en diagonal desde la izquierda, que intentó terminar cuando tenía a Bakis y a Valera preparados para empujar la pelota a la red. Durante el resto del partido aguantó balones, se mostró activo y, como siempre, se peleó con quien se le puso por delante. En un equipo al que en ocasiones se le ha echado en falta algo más de alma, Iván Azón es todo corazón –perdón por la rima–.
Un racha "muy dura"
El delantero recibió los elogios de su entrenador en la sala de prensa: "Si alguien merecía el gol, es Iván". Es lo que piensa gran parte de La Romareda. El jugador también se mostró contento tras el partido, y se refirió a esta condición de revulsivo: "Al final él decide –en referencia a su entrenador–, yo siempre que salgo al campo doy lo máximo posible, a seguir trabajando para seguir haciendo goles".
"Esto va a rachas, necesitábamos el gol los delanteros y el equipo en general. Hoy hemos hecho tres y ahora a por el siguiente", avanzó Azón, quien confesó que vienen de una racha que se ha hecho "muy dura".
