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Víctor Fernández: "No podemos ser un equipo cagón"

El técnico del Real Zaragoza realiza una amplía declaración de intenciones sobre cómo debe mejorar el fútbol de su equipo y deja implícitas con su mensaje algunas de las carencias de la plantilla. 

Fotos del segundo entrenamiento de Víctor Fernández con el Real Zaragoza
Víctor Fernández, en el entrenamiento del REal Zaragoza
Toni Galan

Desde que en la mañana del pasado sábado, con el equipo en Valladolid, Víctor Fernández y su asesor Pedro Herrera trabajaran en la Ciudad Deportiva el regreso del técnico al Real Zaragoza a la espera de lo que sucediera en Pucela; la semana ha sido una espiral de vértigo para el entrenador: las emociones de su presentación; reuniones informativas; planificación de trabajo; análisis de la plantilla; entrenamientos… Así, hasta desembocar en los importante: el partido contra el Espanyol. Víctor Fernández afronta su retorno a La Romareda, un nuevo ‘debut’ en su cartilla de servicios, esperanzado, con ánimo de cambiarle la cara al equipo, tal y como apuntó en una rueda de prensa previa que fue una declaración de intenciones (la pelota como eje; los espacios naturales del jugador; el atrevimiento; y el acierto), pero también una exposición sobre las carencias del fútbol del equipo y sobre las limitaciones de la plantilla en determinadas posiciones y perfiles. Lo hizo, por ejemplo, a la hora de evaluar a Adrián Liso, extremo de desborde, desequilibrio, arrancada y velocidad: “No tenemos un especialista así”, señaló, entre otras cosas, de un plantel en el que tampoco observa “velocidad en los últimos 30 metros”, ni “energía”.

Fue una rueda de prensa larga, como lo eran las de Velázquez, aunque con contenido. Hay formas de hablar mucho y no decir nada. No es el caso de Víctor Fernández: su discurso tuvo la geometría de un diagnóstico general de las razones por las que se le ha vuelto a reclutar. Así debe ser su Zaragoza: "Punto número uno: todo debe girar alrededor de la pelota. No somos un equipo de mucha energía, no somos un equipo veloz en los últimos 30 metros, con jugadores explosivos de carrera a campo abierto. Tenemos jugadores de un buen manejo de la pelota y hay que organizarnos defensiva y ofensivamente alrededor de la pelota. Punto número dos: hay que repartir los espacios naturales, intentar darle a los que juegan el espacio natural que les permita dar lo máximo, encontrar ese espacio para que den lo mejor y sin excusas... Cada uno tendrá su espacio y en ese espacio dará lo mejor. Si no somos muy rápidos, no podemos jugar muy lejos de la portería. A ver si podemos jugar cerca de la portería rival y si no, armarnos y ordenarnos muy bien para esperar nuestro momento”, comenzó el técnico aragonés.

Víctor siguió con su análisis, algo menos táctico, más centrado en la mentalidad y la personalidad del equipo, pero no menos relevante. “Con cuatro sesiones de entrenamiento no podemos ser un equipo dominante en el campo y menos contra el Espanyol, el mejor equipo de la categoría aunque no sea líder. Otro punto: la confianza, el atrevimiento, el descaro. Jugamos en casa arropados y no nos podemos asustar. Lo último va a ser el acierto, lo que nos permitirá desnivelar la diferencia. Es último punto es vital. También la valentía: no podemos ser un equipo cagón".

El nuevo entrenador del Real Zaragoza valoró la semana de trabajo, y su aterrizaje en el vestuario: “Empecé extraordinariamente agotado a nivel físico y mental por tantas reuniones y circunstancias, pero ha medida que ha ido avanzando la semana estoy más feliz, más tranquilo y más sereno. Estoy disfrutando desde el jueves del trabajo y de lo que estoy haciendo. Volví a recuperar esa sensación de vivir el día a día del equipo e intercambiar sensaciones. Vi al equipo muy receptivo con mi mensaje, como es lógico cuando llega un nuevo entrenador. Los jugadores estaban muy excitados en el entrenamiento, he visto que han intentado agradarme desde el primer momento con una actitud positiva y desbordante. Desde el primer día les estoy marcando las pautas de mi idea futbolísticas y sobre todo les estoy dando un espacio de tranquilidad para que estén tranquilos y tengan confianza. Les estamos intentando dar soluciones sencillas y concretas”, resaltó.

Víctor Fernández puso en valor el andamiaje que le permite su cuerpo técnico, con David Navarro como pilar esencial. Un entrenador de su perfil precisa de un equipo de ayudantes así, con capacidad para llevar el peso metodológico de aquellas ideas y teorías de un técnico más gestor, intelectual y líder como es Víctor. “El otro día no podía completar esa frase de lo que suponía el cuerpo técnico para mí: significa gente que me recordaba a mí cuando comenzaba, con muchísimas ganas de comerse el mundo y sentimiento y apoyo zaragocista: eso es el equipo técnico que tengo”, subrayó.

El entrenador del Real Zaragoza abordó dos nombre particulares: Sinan Bakis y Adrián Liso, quien será el único canterano de la convocatoria. “Bakis está para jugar y eso quiere decir que puede ser desde el primer minuto. No creo que haya que preservar a un jugar que acaba de salir de su lesión muscular. Si está para jugar, al campo, y luego vamos a gestionar los esfuerzos y los minutos para los que esté. De los que voy a convocar todos van a estar para jugar desde el inicio, Bakis y todos”, advirtió.

De Liso, declaró el impacto que le ha causado. “Yo no había pisado la Ciudad Deportiva para ver a los equipos y cuando llego pido información desde el Juvenil hasta arriba. Obtengo muy buenos informes de Liso y falta que lo tengo que ver yo. Me gusta mucho porque en el tipo de distribución que quiero hacer no tengo especialistas y él es uno de los pocos en una posición que quiero. Hablas con él, lo ves jugar en los entrenamientos y ves que ejecuta con un atrevimiento, unos disparos y una velocidad... que yo quiero para el equipo. Digo, ¿este tío de dónde ha salido? Lo voy a convocar a él solo porque no quiero llevar a nadie de turista en el autobús sin opciones. Va a ir convocado porque tiene opciones de jugar. Está en mi cabeza”, apuntó.

Víctor indicó que le ha sorprendido el cambio de técnico en el Espanyol, enfrentándose así dos equipos con nuevo entrenador. Un aspecto que condiciona el contexto del partido, pero que Víctor asegura que no le altera el paso. “Me ha sorprendido que haya cambiado de entrenador, porque es un equipo a dos puntos del ascenso directo y en play-off. Ahora, igual pensaban que tenía que tener diez puntos de ventaja sobre el resto. También porque Ramis es un chico competente, preparado y con deseos de romper la puerta del éxito. Me ha fastidiado por él. Me ha sorprendido, pero en cuanto a la organización del trabajo no me afecta porque primero vamos nosotros: buscar los espacios y herramientas adecuadas para que todos saquemos lo mejor y sin excusas. El cambio de entrenador no me afecta”, aseguró Víctor, muy consciente de que La Romareda ha recuperado la ilusión con su vuelta, pero también responsabilizado. “Tengo la responsabilidad de dirigir a un equipo del que soy aficionado y que me ha dado muchísimo. Quiero aportar mi experiencia y mis conocimientos, despejar la mente de mis jugadores y darles tranquilidad. Somos el Real Zaragoza y estamos en una situación peligrosa. Quiero darles las pautas para tener tranquilidad. Se van a encontrar un escenario fantástico para jugar y ser lo que son", resaltó.

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