El Real Zaragoza juega este domingo 17 de diciembre de 2023 la 20ª jornada de liga en el campo del Amorebieta, modesto equipo vasco que es local en las instalaciones de Lezama, la Ciudad Deportiva del Athletic Club de Bilbao. Repite enfrentamiento respecto del que fue el primero en la historia, hace dos temporadas, también en Segunda División, el hábitat de los aragoneses desde hace ya 11 largos años. 

El Amorebieta logró ascender por segunda vez en su historia al fútbol profesional el pasado verano, pues en su estreno no logró mantenerse en la categoría. Ahora, al borde del ecuador del torneo 23-24, es vicecolista. Su perfil, su potencial, su idiosincrasia, propicia por naturaleza propia de las cosas este padecimiento, estos apuros por guardar un sitio en la élite. De hecho, su presencia entre los 42 equipos de La Liga de fútbol profesional española es una meritoria y plausible anomalía. Amorebieta es una localidad del interior de Vizcaya de 19.000 habitantes. Un Calatayud, para que se entienda mejor el rango del municipio. 

En esta segunda etapa del Amorebieta en Segunda División, la esencia de su plantilla ha cambiado notablemente en relación a la apuesta fallida que presentaron hace un bienio. Entonces, su directiva decidió afrontar la categoría de plata con un equipo autóctono, endogámico, repleto de gente de la tierra, de la comarca, de la provincia, de la comunidad autónoma. 

Ahora, 24 meses después, el Amorebieta que va a encontrarse el Real Zaragoza de nuevo en el camino es de otra matriz. Más diverso, con muchos matices geográficos y de talante dispar al clásico del singular fútbol vasco. Hasta jugadores extranjeros han incorporado esta vez a su plantilla. 

El Amorebieta primero que se conoció en el fútbol profesional español, aquel de la liga 21-22, era un Amorebieta de "25 apellidos vascos", como poco. Su plantilla y sus alineaciones reunieron ese curso a los Larrazabal, Olaetxea, Orozko, Guruzeta, Obieta, Irazabal, Larrucea, Saizar, Unzueta, Nolaskoain, Ozkoidi, Aldalur, Etxaburu, Amorrortu, Zarrabeitia, Aimar Sagastibeltza, Aitor Arregui, Iker Bilbao, Unai Marino, Iker Seguin, Oier Luengo, Mikel San José, Mikel Álvaro... todos entrenados, primero por Íñigo Vélez de Mendizabal y, después, por Haritz Mujika. Un cuadro impresionista vasco por completo. Indudablemente. Con escasas excepciones, como los navarros Javi Ros (exzaragocista) y Sergio Moreno, primos hermanos en todo caso. 

Ahora, el nuevo equipo azulón con el que va a confrontar el Real Zaragoza dos años después, poco tiene que ver con esta filosofía futbolística. Al contrario, se trata de un Amorebieta que ha admitido el mestizaje de otras escuelas futbolísticas, tanto de España como, por goteo, de otros países. 

Salvo Unai Marino e Iker Seguin, los demás son nuevos. Hay varios vascos, por supuesto: Magunagoitia, Núñez, Etxeita, Jon Morcillo (cedido del Athletic de Bilbao), Eraso, Erik Morán (exzaragocista), Dorrio y Jauregi. Pero la mayoría de la plantilla zornotzarra es de otros lugares, de fuera del País Vasco. 

El portero Cuñat (internacional español sub-21) es de Valencia, cedido por el Levante. Josep Gayá es de Mallorca, cedido por el cuadro balear. Félix Martí Garreta es de Palausolitá y Plegamans (Barcelona), cedido por el Betis. Avilés es de Madrid, cedido por el Leganés. 

Lasure, aragonés y zaragocista de cuna y fábrica, es de Zaragoza. Manu Hernando, de Palencia. Jorge Mier, de Oviedo (hermano de Javi, el jugador del Huesca). Carbonell es de Cerdanyola del Vallés (Barcelona). Rayco Rodríguez, de Las Palmas de Gran Canaria. 

Y de fuera de las fronteras españolas han llegado a Amorebieta Ryan Edwards, de Australia aunque nacido en Singapur; Cosimo Marco da Graca, de Italia. Sibo, de Ghana. Y hasta Quintero, que pese a nacer en Alicante, es de padres y orígenes de Colombia. 

Con el cambio de entrenador y la recientísima destitución de Haritz Mujica, ocurrida esta misma semana, este domingo va a debutar en el banquillo de los vascos Jandro Castro... un asturiano de Avilés. 

Esta es la evolución de la personalidad de la SD Amorebieta desde su puesta de largo como club profesional en 2021 hasta este segundo acto en Segunda División en el curso 23-24. El proyecto con la gente de casa se les quedó escaso en la primera oportunidad. Falta saber si este otro, con miras más lejanas desde el periscopio de su director deportivo, el vasco Asier Goiria, les da de sí o no para continuar un año más entre los 42 grandes del fútbol español. En mayo, la respuesta. Ahora, por el momento, el Real Zaragoza tratará de mejorar el 1-1 que logró en Lezama ante este Amorebieta en su primer duelo de la historia.