Julio Velázquez lleva solo 17 días en Zaragoza y al frente del Real Zaragoza. Un primer tramo de su desempeño laboral que, en el caso de los entrenadores de fútbol que llegan en segunda instancia a un lugar por destitución del técnico del proyecto inicial, es un termómetro importante para poder hacer una primera valoración de lo que se han encontrado en términos futbolísticos, anímicos, sociales y mediáticos. 

Velázquez, preparador vallisoletano (aunque nacido accidentalmente en Salamanca) de 42 años, denota satisfacción y moral alta en sus apariciones primeras ante los medios de comunicación. Y eso que su estreno vino de la mano de una derrota por 1-0 en Albacete en el que es el peor partido que ha hecho el Real Zaragoza en esta irregular fase de la temporada. 

"Estoy muy feliz, disfrutando muchísimo del día a día. Encantado del grupo que tenemos. Es brutal. Tenemos una plantilla con muchas posibilidades. Está siendo muy grato. Con los trabajadores del club, con vosotros (los periodistas)... estoy muy agradecido por lo fácil que me lo están poniendo todos, con la afición también a favor de obra", declaró Velázquez al pedirle una primera impresión de su aterrizaje en Zaragoza.

Mensaje con carambola y retruque para los futbolistas

Julio Velázquez, sabedor -por advertencias directas en los últimos días- de la especial idiosincrasia del zaragocismo, mucho más al cumplirse ya 11 años fuera de la Primera División, lanzó varios mensajes de profundidad al respecto, que llevaban su carambola y retruque con golpeo en los futbolistas de la plantilla. 

"Lo de la presión y el nerviosismo... somos futbolistas, entrenador o asistentes del Real Zaragoza. Creo que forma parte de la profesionalidad de cada uno de nosotros, va con el puesto. Uno tiene que tener la capacidad de mantener el equilibrio emocional, cada uno en su labor, dentro del contexto en el que estamos", espetó de entrada. 

Y prosiguió: "Y este contexto, para mí, es maravilloso. Estamos en un club con mucha historia, con esta afición, con esta cantidad de medios de comunicación y con el seguimiento que tiene todo en el día a día. Hay que naturalizar lo de la presión, normalizarla", describió para dejar clara una visión positiva del entorno del Real Zaragoza, algo que otros vectores del club, en los últimos lustros, han querido calificar de efecto negativo y pernicioso, acusándolo incluso de tener mucha responsabilidad en la permanencia del equipo en Segunda División, más allá de la incapacidad y mala praxis futbolística de las diferentes plantillas y cuerpos técnicos que, mayormente (no todos), han desfilado por La Romareda. 

Velázquez remató su lectura particular, tras sus primeros 15 días en Zaragoza, de lo que está observando como recién llegado a un puesto incandescente y electrificado como es el de entrenador: "Yo prefiero esto (señalando a la nutrida asistencia de informadores a su comparecencia previa al viaje a Barcelona) que tener solo un periodista en la rueda de prensa o jugar con 3.000 espectadores en la grada. Para mí, esto es fútbol. Y esto es lo más bonito del mundo. Hay que analizarlo de una manera positiva", redondeó su parecer.