real zaragoza
El niño de Atzeneta incrédulo con lo que un día fue el Real Zaragoza
El equipo aragonés no estuvo a la altura de su historia en la Copa del Rey. A los más pequeños del lugar les costaba creer la envergadura del club.
Acababa de terminar el partido. Los jugadores del Atzeneta celebraban la gesta ante el Real Zaragoza cuando, entre el gentío de aficionados que abandonaban el estadio El Clariano de Onteniente para regresar por carretera a sus casas, se produjo una curiosa estampa. Un niño de 10 años conversaba con sus padres sobre lo que acababa de conseguir el equipo del pueblo.
“¿Por qué están tan contentos?”, preguntaba. “Porque es algo histórico”, respondía su madre, pero el pequeño no parecía muy convencido de que ganar al Real Zaragoza hubiese sido una proeza. Él lo había vivido como un enfrentamiento cualquiera, sin reparar en las diferencias entre ambas entidades, ni en que los aragoneses, hace no tanto, eran los reyes del torneo.
“A mí ellos me han parecido bastante flojos. ¿De verdad han ganado esta copa alguna vez?”, insistía este chaval, incrédulo hasta que sus progenitores, ya en el exterior del campo, lo detuvieron tras el autobús del Real Zaragoza para que viese los trofeos que hay estampados en la parte trasera.
“¡Oh, pues sí que es verdad!”, exclamó, alucinando con lo que tenía ante sus ojos. Con ese pedazo de historia que, en las cuatro décadas que van de 1964 a 2004, llevó a las vitrinas zaragocistas un total de nueve títulos, entre ellos seis Copas del Rey.
“¿Ahora qué te parece lo que ha hecho tu pueblo?”, le preguntaba con sorna su padre, miembro de una generación que sí vio al Real Zaragoza codearse con los más grandes y que, por tanto, sigue guardando máximo respeto y admiración a la entidad. Impresiones con las que, por otra parte, fue tratado el club blanquiazul desde su misma llegada al estadio.
Desde que el ‘speaker’ pidió que no hubiera invasión del terreno de juego en busca de fotografías o autógrafos, hasta el cariño con el que los hinchas valencianos despidieron a los aragoneses, recordándoles que el fútbol es así y que lo verdaderamente importante está en la liga. “Ganáis al Huesca y os olvidáis de esto”, les decían. Como si fuera tan fácil olvidar una noche como la del martes…
