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Cordero se centra en reforzar el ataque
Reforzar el puesto de extremo es ahora la prioridad del director deportivo. La vuelta de Mollejo está avanzada mientras que el fichaje de Mboula se complica.
El mercado de fichajes entra en un nuevo escenario. Con el núcleo de la plantilla zaragocista afianzado y entrenando desde el primer día, algo que hace varias temporadas que no ocurría, Juan Carlos Cordero puede moverse a una velocidad menor en las operaciones que todavía debe acometer.
La intención del director deportivo es traer cuatro o cinco refuerzos más, con el extremo como prioridad. A día de hoy, el Real Zaragoza no dispone de ningún especialista en un puesto que, a petición de Fran Escribá, hay que nutrir de desborde y verticalidad.
El favorito era Jordi Mboula (Mallorca) y su llegada estaba avanzada, pero el Hellas Verona de la Serie A italiana se ha entrometido y parece que este será su destino final, con unas cifras que el Zaragoza no puede alcanzar.
Así, si Mboula se termina escapando, Salvi Sánchez y Andrés Martín (Rayo Vallecano) son otros dos nombres señalados en rojo en la agenda de un Cordero que, pese a que en su última comparecencia pública dijo que la opción de Tiago Bebé «no está encima de la mesa», lo esperará hasta el último momento.
Movimientos como ese requieren calma. Son oportunidades que surgen más adelante. Y el club, dentro de sus previsiones económicas, contempla tener que hacer un esfuerzo a finales de agosto para conseguir, a modo de cesión, a un futbolista contrastado del estilo del lisboeta o de Manu Vallejo, que también figura en la lista de Cordero desde el pasado mes de enero.
Sería la guinda de un proyecto que para entonces debería contar ya con otros dos nombres (Carlos Martín y Víctor Mollejo) a préstamo. Las negociaciones con el Atlético de Madrid están encauzadas en ambos casos, pero llevan sus tiempos.
Tanto Martín, que está haciendo la pretemporada con los colchoneros, como Mollejo son jugadores polivalentes. Principalmente este último, que, al poder actuar en cualquier posición de la delantera, permitiría que el Real Zaragoza se evitase firmar un atacante más (el sevillista Iván Romero es otro por el que se ha preguntado) para invertir en otras posiciones.
Tras la marcha de Jairo Quinteros, el equipo necesita contar con un cuarto central que se sume a Francés, Jair y Lluís López, con Santiago Mouriño, que también vendría a través de las sinergias con el Atlético de Madrid, como el preferido por la dirección deportiva.
Al igual que Carlos Martín, este uruguayo de 21 años está desarrollando la preparación veraniega a las órdenes del Cholo Simeone, que acaba de firmarlo por cinco campañas procedente del Racing Club de Montevideo, pero la intención del Atleti, que está bien cubierto en esa demarcación, es sacarlo cedido para que pueda sumar minutos y experiencia.
Esta operación también lleva sus plazos y no urge. Como tampoco resulta apremiante la incorporación de un tercer guardameta que se sume a Cristian Álvarez y Dani Rebollo para completar la portería de «nivel alto» que Juan Carlos Cordero ansía desde su llegada a la capital aragonesa.
El director deportivo mira a la Primera RFEF en busca de un jugador joven y con un coste asumible. En ningún caso debe suponer una inversión importante, reservada para darle empaque al ataque.
