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El Real Zaragoza supera los 23.000 abonados

Los 23.011 actuales son 3.500 fieles más que el año pasado a estas mismas alturas del verano. El mejor registro, los 28.535 de la temporada 2019-20.

Un grupo de aficionados anima al Real Zaragoza en La Romareda, durante el partido contra el Albacete del último curso
Un grupo de aficionados anima al Real Zaragoza en La Romareda, durante el partido contra el Albacete del último curso
Guillermo Mestre

A pesar de que todavía resta más de un mes para que arranque oficialmente la temporada 2023-24, el zaragocismo ya renueva su fe. Este sábado, el Real Zaragoza anunció que acaba de superar la barrera de 23.000 abonados para el próximo curso. Exactamente son 23.011 fieles, según las cifras aportadas por el club, los que ya han formalizado su presencia en La Romareda. Esta cantidad, además, supera en 3.500 al número de seguidores que habían sacado ya su abono el año pasado a estas mismas alturas del verano (19.500).

La campaña 2023-24 será la undécima consecutiva en Segunda División. Pero ni siquiera esta dura y terrible estadística es capaz de aminorar el ánimo de una afición irreductible. Si el número de altas y renovaciones se mantiene en esta dinámica, el Real Zaragoza podría superar los casi 26.000 abonados con los que contó en el último ejercicio.

Eso sí, de los 23.011 abonados actuales, más de 17.500 tramitaron su renovación entre los días 8 y 31 del pasado mes de mayo. En esa ventana, la entidad ofreció a todos los aficionados la posibilidad de mantener su asiento en La Romareda conservando el mismo precio que la campaña 2022-23. Sabedores de que, si no, se arriesgaban a una más que posible subida de las tarifas, 17.567 zaragocistas se acogieron a esta opción.

El respaldo de seguidores fue tal, que las oficinas del Real Zaragoza acogieron sus primeras filas de espera de la temporada 2023-24, mientras la 2022-23 todavía estaba en juego.

La barrera de 28.535

De las 10 temporadas consecutivas que ya ha completado el Real Zaragoza en Segunda División, la más multitudinaria en términos de aficionados fue la 2019-20. Aquel curso, truncado por la pandemia del coronavirus cuando el equipo aragonés caminaba con puño de hierro hacia el ansiado ascenso a Primera División, contó con el respaldo de 28.535 abonados. Un registro al que la entidad confía acercarse a lo largo de las próximas semanas, cuando el pistoletazo oficial a la undécima temporada en Segunda División sea solo cuestión de días.

Este año, además, el inicio del curso cuenta con un importante aliciente: los dos primeros encuentros oficiales serán en La Romareda. No sería de extrañar, por lo tanto, que el número final de abonados crezca ligeramente en los últimos días de agosto si el equipo de Fran Escribá es capaz de extraer dos triunfos ante el Villarreal B y el Valladolid.

Los fichajes, decisivos

Además del intangible sentimiento de zaragocismo que recorre las venas de los aficionados al Real Zaragoza, un elemento decisivo que se esconde detrás de los 23.011 abonados actuales es la avanzada configuración de la plantilla. La afición, que esta semana ha asistido en La Romareda a las presentaciones de las últimas incorporaciones, valora muy positivamente el trabajo de la dirección deportiva a estas alturas de verano. Las llegadas de futbolistas como Bakis, Moya o Maikel Mesa han despertado una gran ilusión entre un buen número de aficionados. Los más prudentes, tras una década de travesía por la mediocre Segunda División, aguardan con expectación a que los buenos augurios se conviertan en realidades firmes e irrefutables.

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