Raúl Guti aparece como opción (cara) de fichaje para el centro del campo

Raúl Guti, canterano del Real Zaragoza de 26 años que acaba de concluir su tercera temporada en el Elche CF en Primera División, club con el que ha descendido a Segunda, aparece como opción (cara) de fichaje para reforzar el centro del campo del nuevo equipo zaragocista que prepara el director deportivo, Juan Carlos Cordero.

Guti ha comprobado cómo no ha entrado en los planes del entrenador argentino del club ilicitano, Sebastián Beccacece, en los últimos meses. Así se lo ha demostrado el técnico rosarino, llegado en marzo al banquillo franjiverde cuando la directiva que preside el también argentino Christian Bragarnik ya tenía asumido que la permanencia en la élite era imposible después de una pésima primera vuelta que ahogó sin remedio a los alicantinos en la cola de la tabla. Beccacece llegó con una misión principal: tratar de maquillar lo mejor posible el negro año del Elche y, sobre todo, preparar con detalle el regreso a Segunda División y dar forma a la plantilla que trate de lograr la vuelta a Primera en la campaña venidera. Y en esa labor, Guti apenas ha contado en los esquemas de este jóven preparador sudamericano de 42 años, que va a abanderar el proyecto ilicitano en la categoría del plata a partir de ya mismo. 

El futbolista zaragozano firmó en el verano de 2020 por le Elche (justo tras acabar de perder la promoción de ascenso el Real Zaragoza ante el propio equipo mediterráneo) y se comprometió por cinco años. El club del Martínez Valero le pagó 5 millones de euros al cuadro blanquillo en una operación que, entonces, se justificó por la anterior propiedad de la SAD zaragocista como una necesidad imperiosa para lograr liquidez y rebajar las tensiones de caja en la delicada contabilidad de la entidad. 

Su salario en Elche se multiplicó ostensiblemente respecto del que tenía en Zaragoza, donde portaba la marca de canterano pese a que, en las tres campañas en las que militó en la primera plantilla, vivió un par de mejoras en sus cláusulas económicas según fue creciendo su papel en el vestuario y las alineaciones. 

Raúl Guti no tiene una ficha estratosférica en uno de los modestos de Primera del último trienio, no alcanza las siete cifras y está en el paquete de futbolistas, cada vez más numerosos en el fútbol español, que juegan en la máxima categoría con salarios que otros cobran (y mejoran) en determinados clubes de Segunda. Cambian el estatus de rango profesional, priorizándolo sobre sus ganancias dinerarias. En el acuerdo de fichas progresivas que se pactó en su día, los dos años que le restan a Guti en el Elche pueden ubicarlo en la franja que ronde los 500.000 euros. Pero eso, para el Zaragoza actual, es un precio caro.

Raúl y su entorno (lo representa la empresa AC Talent, de Arturo Canales y con varios ejecutivos en ella de importante peso específico con origen aragonés en raíces y aficamiento) están barajando qué hacer. Quedarse un cuarto año en el Elche, sin ser pieza relevante en los planes del nuevo entrenador y, además, militando en Segunda División, es un punto de partida que invita a marcharse de allí. Y Zaragoza, en un momento de expansión de un nuevo proyecto ilusionante a corto o medio plazo, es siempre un lugar de seducción para Guti, que no ve nada mal el hecho de que pudiera existir el más mínimo asidero a esa posibilidad.

El problema es cómo resolver financieramente esta hipótesis para poderla convertir en un hecho real. El Elche y el Real Zaragoza están obligados a hablar si este plan va adelante. Los franjiverdes pagaron 5 millones y no van a regalarlo. Tendrán que cuadrar su balance lo mejor posible respecto de la figura de Guti. Y el cuadro aragonés, al que aquellos millones le vinieron en su día de maravilla para la supervivencia, ha de hacer números, cábalas y análisis al céntimo si se trata de estudiar cualquier operación de este calibre, pues su límite de gasto salarial volverá a estar constreñido al máximo por las normas que impone La Liga cada verano en su 'sui géneris' reglamentación interna. 

La cuestión es que, hace unos días, Raúl Guti no estaba en el horizonte del Real Zaragoza, entre otras cosas porque la liga de Primera estaba activa hasta el pasado domingo, 4 de junio. Y ahora, el centrocampista aragonés sí que se deja ver en el punto de mira de Juan Carlos Cordero, por si al final se pudiera armar un mecanismo que hiciera posible su retorno a casa. Todo está en estudio.

Guti ha ido decreciendo su importancia en el Elche durante su trienio allí. En el primer año, la liga 20-21, jugó en 36 partidos, la mayoría como titular, y marcó 3 goles en Primera División, pisando el terreno de juego 2.874 minutos. El segundo curso, el 21-22, su aportación ya bajó a 1.621 minutos, repartidos en 31 partidos y sin ver portería. Y en el tercero, el que acaba de finalizar, sus cifras se quedan en 1.080 minutos (casi dos tercios menos que en el primer año), en 28 apariciones sobre el terreno de juego, la inmensa mayoría como suplente y en ratos esporádicos de 12, 18, 11, 6, 23, 17 minutos, por citar solo los últimos ejemplos.