fútbol
El Real Zaragoza rompe el ayuno y golea al Leganés
Simeone fue el gran protagonista del partido, marcando el tanto que liberó al equipo antes del descanso. Ya en la segunda, Vada, de penalti, y Puche cerraron un triunfo vital.
Terminó el ayuno. El de Giuliano Simeone. El del Real Zaragoza. El de todos… de todos los zaragocistas que llevaban tres meses sin celebrar una victoria en La Romareda y ayer, por fin, vieron a su equipo ganar al Leganés para alejarse de forma casi definitiva de la zona del descenso, que ahora, a la espera de lo que haga esta noche la Ponferradina, queda a nueve puntos.
Simeone se reencontró con el gol y el Zaragoza con su versión más efectiva. El hispano-argentino fue el autor del tanto que cambió el partido antes del descanso y, a partir de ahí, el equipo se liberó y Vada -de penalti- y Puche acabaron por completar una tarde de domingo redonda, ante un rival apático y más inofensivo de lo que dictan sus nombres.
Hasta el 1-0 de Simeone, el encuentro era más de lo mismo. La primera media hora fue un empate a nada. Ambos equipos se esforzaron en afianzar sus planteamientos sin asumir riesgos. El Real Zaragoza, de vuelta al 4-4-2, se protegía en su campo a la espera de atacar los espacios; mientras el Leganés circulaba a un ritmo bajo, previsible, sin llegar a inquietar a Cristian Álvarez.
Un disparo lejano de Raba, que se perdió por encima del larguero, fue la llegada con más peligro de los pepineros en ese tramo inicial. El resto fueron jugadas de escasa influencia. Combinaciones sin profundidad, bien controladas por un Zaragoza que agradeció la presencia de Francés en los duelos directos ante Juan Muñoz y Arnaiz.
Con balón, el bloque de Escribá empezó tan espeso como en anteriores compromisos. Sin precisión. Sin claridad. Sin ideas… Bebé monopolizaba cada avance. Su pierna derecha era el único recurso ofensivo. Miraba a portería cuando debía y también cuando no. Se confiaba todo a su inspiración, pero no fue él, sino Simeone, quien se inventó un gol de la nada.
Corría el minuto 36 cuando recogió un balón en la frontal del área y, con el ímpetu que lo caracteriza, se abalanzó hacia los defensas; sorteó un bosque de piernas con rebote incluido; y definió ante Asier Riesgo con un toque sutil.
Hambre, decisión. También la fortuna que faltó en otras ocasiones, y que, esta vez sí, estuvo de parte de Simeone y el Real Zaragoza. De un jugador que no marcaba desde el 19 de diciembre y de un equipo que, desde que comenzó la Cuaresma, venía proclamando su particular abstinencia hacia el gol. Más de 280 minutos sin ver portería que este domingo terminaron. Vaya, si terminaron…
A partir del 1-0 el partido fue otro. Y el Real Zaragoza, también. Bebé pudo ampliar distancias antes de que se llegase al tiempo de descanso, con otro balón recuperado por Simeone que le fue cedido a la media luna, pero fue en la segunda mitad cuando los de Escribá, tras un susto de Miramón, se terminaron de desatar.
El Leganés mantuvo su apuesta de posesión lenta, facilitando la defensa y posterior salida al contragolpe, y la pujanza de Simeone terminó de romper el choque. Suya fue la primera ocasión tras la reanudación, con un balón que no acertó a pasar a Puche, y en la siguiente (minuto 58) provocó el penalti que trajo el 2-0 en una acción calcada.
El delantero atacó la espalda de Sergio González y Omeruo, falló nuevamente el pase de la muerte hacia Puche, pero solventó su error al pelear la segunda jugada y sacar un disparo que se estrelló en el brazo del propio González.
El colegiado García Verdura consultó el VAR y acabó señalando los once metros y la sentencia del Leganés. Aunque Riesgo detuvo el primer lanzamiento de Vada, nada pudo hacer en el rechace. Nada pudo hacer por evitar la tarde más plácida del zaragocismo.
La recta final fue de disfrute. Puche completó la goleada en el minuto 65, convirtiendo un pase de la muerte cedido desde la izquierda por Nieto; Cristian Álvarez se lució en una de las escasas llegadas de los de Imanol Idiakez; y Simeone fue despedido entre vítores, con La Romareda en pie, cuando fue relevado por Eugeni en el 83.
También hubo minutos para Tomás Alarcón, Pau Sans, Sergio Bermejo y Gaizka Larrazabal. Escribá respiraba tranquilido. La Romareda, en una tarde que había arrancado con la entrega de la insignia de oro y brillantes al doctor Villanueva y un minuto de silencio en memoria del magnífico Irusquieta, también… Triunfo fundamental de un Real Zaragoza que ahora, a falta de lo que haga la Ponferradina, ve el descenso a nueve puntos.
Fran Escribá había anunciado que el gol llegaría cuando menos lo esperásemos, y así fue. El equipo no necesitó tantas ocasiones como otras veces para poner fin a esa sequía que lo había mantenido tres jornadas sin marcar.
Del obús de Bebé ante el Deportivo Alavés, a la genialidad de Simeone ayer... La Romareda volvió a cantar gol y un triunfo que no se daba en el municipal desde el derbi ante la SD Huesca, antes de las vacaciones navideñas.
El próximo fin de semana, precisamente, vendrá un nuevo duelo territorial en el que el Real Zaragoza tendrá una oportunidad inmejorable de agrandar las buenas sensaciones propagadas ayer.
Ficha técnica:
3 - R. Zaragoza: Cristian Alvarez; Luna, Francés, Lluís López, Nieto; Vada (Bermejo, m.68), Zapater, Jaume Grau (Alarcón, m.68), Bebé (Larrazábal, m.84); Puche (Pau Sans, m.78) y Giuliano Simeone (Eugeni, m.84).
0 - Leganés: Riesgo; Nyom, Omeruo, Sergio González; Cissé, Rubén Pardo (Gaku, m.74), Undabarrena (Narváez, m.65), Miramón; Raba (Fede Vico, m.74), Juan Muñoz (Karrikaburu, m.65) y Arnáiz (Qasmi, m.84).
Goles: 1-0. M.35. Giuliano Simeone; 2-0. M.58. Vada; 3-0. M.66. Puche.
Arbitro: García Verdura (Comité Catalán). Amonestó con tarjeta amarilla a Vada, Zapater y Alarcón, del Real Zaragoza.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 31 de Liga de Segunda división disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 18.000 espectadores. Se le entregó la insignia de oro y brillantes a Jesús Villanueva, que fuera médico del Real Zaragoza durante 33 años. Se guardó un minuto de silencio en recuerdo del fallecimiento de José Ramón Irusquieta, exjugador del Real Zaragoza.
