real zaragoza

Real Zaragoza-Málaga: primer día de una nueva etapa

El equipo aragonés abre esta noche la 16ª jornada en La Romareda ante el colista Málaga (21.00) con cambio de entrenador y la búsqueda de una identidad distinta. Fran Escribá debuta en liga al frente de los blanquillos. 

Fran Escribá, en la mañana del sábado durante su primera rueda de prensa antes de partido en La Romareda.
Fran Escribá, en la mañana del sábado durante su primera rueda de prensa antes de partido en La Romareda.
Toni Galán

A 19 de noviembre, otro año demasiado pronto, el Real Zaragoza estrena nueva etapa en la liga 22-23. Tras el enésimo patinazo, hace 15 días en Vitoria, Juan Carlos Carcedo pasó a la historia de los entrenadores breves del club y, tras su fulminante destitución (que arrastró la del director deportivo, Miguel Torrecilla), este sábado se estrena en la liga Fran Escribá.

El preparador valenciano hereda un equipo deslavazado después de 15 jornadas de planicie y desorientación en su fútbol y puestas en escena. Es un Zaragoza que vive entre vértigos, dudas y miedos, a solo dos puntos de la zona de descenso, con solo nueve goles anotados en más de un tercio de temporada (el dato más grave y preocupante de todos los negativos que se acumulan en los balances estadísticos) y sin un patrón táctico al que aferrarse. Carcedo probó varios desde agosto y se ha ido cuatro meses después sin encontrar un formato útil con la plantilla que le armaron en verano, llena de máculas y carencias.

Escribá quiere dotar de una identidad distinta a este equipo que tantos tumbos viene dando: hasta hoy, solo ha cantado cuatro victorias (recordemos, en 15 choques ligueros ya dirimidos), por lo que se ha dejado por el camino más de la mitad de los puntos a base de cuatro empates y siete derrotas. No sabe ganar. Sin marcar goles, es lo lógico. No debe extrañar. Y, por el contrario, con ese mal endémico que ya afecta al vestuario desde hace tres temporadas (nadie ha tenido el salero y acierto de solucionarlo en unos cuantos mercados de fichajes), en el momento en el que encaja un gol, este Zaragoza es carne de bofetón sonoro en cada destino semanal.

Para que Escribá llegase a este debut frente al Málaga de hoy debidamente instruido sobre lo que tiene entre manos, en medio del parón de la competición que el calendario concedió el pasado fin de semana sin demasiado sentido, se jugó la primera ronda de Copa. Y el defectuoso Zaragoza, que llevaba horas bajo el tratamiento del nuevo técnico, perdió 1-0 en Cáceres ante el modesto Diocesano, rival de Segunda RFEF. Fue una especie de bienvenda a Escribá, una muestra, una cata real, para que el valenciano viviese en sus propias carnes lo que se sufre por estos lares desde el verano y que él ha de restaurar en cuanto le sea posible.

Con estos prolegómenos desde la caseta zaragocista, llenos de interés, expectación y necesidad, el duelo de esta fría noche adopta formato de partido clave. Porque enfrente estará el colista de la liga, un Málaga de fichajes caros y plantilla de bonito ladrillo caravista que, sin embargo, se ha ido por la barranquera desde el inicio del torneo y, por el momento, no da señales de vida a corto plazo.

O sea, que este perfil de adversario aún carga de más responsabilidad a los zaragocistas del novel Escribá. Si hay un partido que siempre se ha de ganar es el que te enfrenta al peor de la división. Y ese es el Málaga hoy en día, con solo 10 puntos (seis menos que los blanquillos), apenas dos victorias y unas pintas terribles en su analítica general. De hecho, tras firmar el finiquito del primer entrenador del proyecto, el argentino Pablo Guede hace dos meses, el veterano Pepe Mel, su relevo, llega hoy a Zaragoza con posibilidades de ser cesado y dar paso a un tercer timonel (no ha ganado más que uno de sus diez partidos en el banquillo blanquiazul).

Así que es noche de ronda, de picadillo, agitada desde los entremeses, por un lado y por otro. El Real Zaragoza, sin su portero talismán Cristian Álvarez ni su ariete Azón, ambos lesionados, no puede permitirse perder más puntos como local. Y el Málaga viene atascado en las arenas movedizas, con el fango en la barbilla.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión