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Escribá: "A la afición... hay que darles, no pedirles"

El nuevo entrenador del Real Zaragoza, ante su debut en La Romareda este sábado frente al colista Málaga, establece un primer decálogo de intenciones y remedios dentro de la crisis con la que recoge la herencia de Carcedo.

Fran Escribá, sonriente, a 24 horas de su estreno como entrenador en La Romareda.
Fran Escribá, sonriente, a 24 horas de su estreno como entrenador en La Romareda.
Toni Galán

Ya está aquí el estreno en liga de Fran Escribá, el segundo entrenador del Real Zaragoza en este curso 22-23 tras el despido de Juan Carlos Carcedo hace 14 días después de caer en Vitoria ante el Alavés en su último traspié serio de un deficiente primer tercio de liga. El partido de este sábado en La Romareda ante el colista Málaga (21.00) supondrá el debut del técnico valenciano, que probó la cruda realidad del grupo que hereda en la histórica y dolorosa eliminación en la Copa el domingo en Cáceres ante el modestísimo Diocesano de Segunda RFEF. 

"El palo fue gordo, el equipo se quedó tocado. Hablamos del tema durante la semana y he tratado de dar un paso adelante. A los jugadores no los conocía apenas en el día a día y creo que el grupo ha dado ese paso en todos los sentidos. Ahora, la competición nos dirá si todo lo que hemos hecho ha estado bien", comenzó narrando para zanjar el episodio copero y centrarse de lleno en lo mollar: la liga. 

Escribá, en una larga rueda de prensa de más de 26 minutos (las de Carcedo apenas llegaban a los 12, como mucho), estableció un decálogo de decisiones y obligaciones que, a partir de este momento, piensa implementar en el vestuario para sacar al Real Zaragoza de los problemas clasificatorios y llevarlo a la zona de tranquilidad cuanto antes. 

1. Cambios a la vista en la alineación y el método

Fran Escribá, de discurso fácil, afable y razonado, habló de cambios en el once inicial y en la forma de jugar. "No soy de dar muchas pistas, ya me iréis conociendo. Pero algún cambio habrá. Siempre trato de poner el mejor once y así va a ser ante el Málaga. No va a ser el mismo del último día en la Copa, habrá novedades", adelantó después de su primera experiencia agria al frente de este dubitativo Real Zaragoza que recoge de la anterior etapa. 

No aclaró si en la portería apostará, ante la baja de Cristian Álvarez por mes y medio a causa de una fractura en un codo, por Ratón o por Rebollo. "Estoy muy contento con los dos. Ratón se disculpó ante sus compañeros en Cáceres por su expulsión final. Estoy tranquilo, es una posición en la que cualquiera de los dos sé que lo van a hacer bien", dijo con diplomacia. 

2. El Málaga, un colista engañoso "que no va a descender"

Avisa Escribá de que el partido ante el Málaga, 22º en la tabla y sorprendente último clasificado en lo que va de liga, tiene enormes riesgos y trampas para el Zaragoza. "El análisis de su plantilla y entrenador hace que a uno le extrañe su posición de colista. No sé las circunstancias para que esto sea así, pero es un equipo dominador, que le gusta tener el balón, que ha perdido muchos partidos al final, por la mínima, después de tenerlos a mano. Tienen menos puntos de los que se han merecido. Es un colista engañoso y hay que estar muy alerta. Y yo me atrevo a anticipar que el Málaga no va a descender", dijo el nuevo técnico zaragocista para dotar de valor este duelo sabatino. 

El preparador de Valencia sueña con estrenarse ganando, pero no se fia. "Yo, cuando he ido a un equipo a sustituir a un compañero, he tenido de todo en los debuts. No creo en el refrán de 'a entrenador nuevo, victoria segura'. Será bueno ganar este primer partido, más que por mí, por el grupo; para que se vean capaces de que pueden hacerlo", subrayó.

Escribá dijo estar "muy ilusionado" ante este estreno suyo en La Romareda como blanquillo. "Sé que el momento no es el más idóneo para manifestar ilusión, por lo que está sucediéndole al equipo en este inicio de temporada. Pero creo que tenemos que estar todos ilusionados porque quedan 27 jornadas de liga, muchos puntos, y hay tiempo para solucionar los problemas, no hay que caer en la ansiedad excesiva", apostilló. 

3. Un guiño a la afición, con el compromiso de "darle y no pedirle"

Es listo y experimentado Escribá. Y conoce de antemano adónde viene. Por eso no solicitó nada extra a la enfadada afición, sino que prometió lo contrario: ofrecer desde el juego un espectáculo que guste y genere su ánimo por puro sentido común, no a cambio de nada.

"A la afición... hay que darles, no pedirles. Será la mejor manera de pedirles perdón por lo del último día. Sabemos lo que aprietan y que eso puede ser también ese arma de doble filo para nosotros. Pero también somos conscientes que si vamos adelante desde el minuto 1 van a estar con nosotros y la gente se olvidará. Mi aspiración es que esto mejore todo lo que se ha visto hasta ahora", argumentó.

4. Cambio radical de forma de jugar

Escribá viene con la intención de cambiar radicalmente el modo de jugar del Real Zaragoza. Nada de pases constantes en la zona de nadie, de pasar minutos y minutos sin pisar el área rival, haciendo partidos largos y amorfos, feos de ver y digerir. 

"Sabemos que nuestro principal problema es la falta de gol. Por eso, de entrada hemos de ser más ofensivos, ser capaces de generar más ocasiones. Y para eso hay que buscar la portería contraria desde el primer minuto", expuso de entrada. 

"La gente, lo que no perdonaría sería la falta de esfuerzo. Y eso lo van a tener, seguro. Debemos de jugar con tranquilidad, dentro de la preocupación lógica que tenemos todos porque las cosas no están bien. Intento que la situación no nos bloquee. A los jugadores les importa lo que sucede y tienen ganas de darle la vuelta. Quiero que este cambio sea un estímulo", añadió. 

5. Quiere sacar provecho, de una vez, del juego de estrategia

Fran Escribá, en sus equipos, se ha caracterizado siempre por ser un buen estratega en faltas, saques de esquina e, incluso, de banda. El Real Zaragoza actual está ciego en esas facetas. Y su intención es modificar de cuajo esa tendencia inoperante. 

"Sin duda, a mí me ha ido bien siempre, en general, en este juego de estrategia. Puedo garantizar que ante el Málaga habrá faltas y córneres. Y le doy mucha importancia porque la estadística lo dice: el 30 o 40 por ciento de los goles vienen a balón parado. Así que hay que mejorar mucho en ese aspecto. Se pueden ganar muchos partidos con goles de esta factura en esta categoría. Es fundamental y estamos trabajando sobre esto", confirmó.

6. Escribá huye del juego lento, previsible, y quiere verticalidad 

El nuevo entrenador ya sabe cuál ha sido el pecado de su colega antecesor, Carcedo. Por eso, en tiempos de cambios, su afán es mutar al Real Zaragoza hacia un fútbol más rápido, imprevisible y vertical, huyendo del fútbol-control lleno de insustancialidad. 

"Hemos trabajado sobre esto. No sirve de nada acumular un alto porcentaje de pases en zonas tibias, eso no te conduce a nada. Pero solo llevamos, con la de hoy, ocho sesiones de entrenamiento. No quiero ganar tiempo, porque mi obligación de cambiar las cosas es desde el día uno. Espero mejorar ya. Quiero superar líneas, que no acumulemos demasiada gente por detrás de la línea del balón a la hora de tocar. Eso es muy fácil y muy cómodo, pero hay que hacerlo en las zonas de campo donde se debe dar, para fabricar ocasiones de gol", resumió con enorme precisión y contundencia. 

7. ¿De dónde piensa sacar el gol que no hay en la plantilla?

Escribá fue preguntado por su idea sobre la escasez de gol en la composición de la actual plantilla. ¿De dónde piensa sacar los goles entre unos jugadores que no los tienen acreditados en los últimos años en Segunda División?

"Yo creo que todos sabemos ya que no tenemos un gran goleador. No hay un Borja Iglesias, ni un Luis Suárez, ni un Borja Bastón, que marcaron 20 goles en Zaragoza y, además, favorecieron con su presencia e intimidación los goles de otros compañeros. Así que considero que hay gente en el equipo que debe aportar sus goles de otro modo. Debe y puede. La segunda línea es la que tiene que darnos esos goles. Hacer otra cosa creo que es vender otra cosa que no es", señaló directamente, sin esconderse. 

Y añadió al respecto: "Hay jugadores que son claramente ofensivos en esta plantilla, jugadores de banda o de segunda línea de llegada. No voy a pedirles que superen los 10 goles en la temporada. Pero, ¿por qué no pueden aportar cada uno siete, seis , cinco tantos...? Y eso son goles para el global. Si tenemos cinco jugadores de ese perfil y logran marcar una media de cinco, estamos hablando de 25 al final de liga. Estamos trabajando para que esto suceda, más allá del trabajo específico de nuestros delanteros, sobre los que se focaliza la obligación de marcar", dijo de forma cristalina Escribá. 

8. Los mediapuntas han de ser móviles, no jugar encorsetados

Para agitar el fútbol plano e inerte del Real Zaragoza visto desde el verano con Carcedo, Fran Escribá quiere modificar estrategias ofensivas. 

"Bermejo, Mollejo, Eugeni, Vada, este tipo de futbolistas que pueden jugar en dos o tres posiciones en la segunda línea, creo que deben jugar en fases diferentes durante los partidos. Unas veces caídos a una banda, otras por dentro, otras de segundos delanteros. A veces nos convendrá que estén en una ubicación y luego los mandaremos a otra. Por ejemplo, Bermejo no va a jugar siempre por la derecha. Quiero que podamos rotarlos de posición sobre la marcha. Creo que es bueno de cara incluso a los rivales, que de repente vean que desaparece su par. Es algo que molesta a los adversarios y lo vamos a hacer", detalló. 

9. Gueye, camino de diciembre y todavía en "fase de adaptación"

El caso del ariete estrella fichado el 31 de agosto por el Real Zaragoza, el senegalés Makhtar Gueye llegado desde Bélgica, es un paradigma del fiasco de campaña que lleva el equipo hasta ahora. Cero goles en su haber, una participación simbólica en el equipo y una decreciente sensación en su solvencia como futbolista. Escribá, en este asunto, se suma a lo que ya explicaba Carcedo sobre el africano antes de ser destituido.

"En Cáceres lo quité al descanso, aun perdiendo 1-0, porque creo que el partido no estaba siendo bueno ni de él ni del equipo. Pero yo mantengo la confianza en el chico. Hay que entender que es difícil su adaptación. Aún le falta un poco con el idioma. Él viene a España y no está haciendo los goles que sí hizo en la liga belga y, el jugador, al final, por más que intente aislarse, sabe que es objeto de crítica", escudó al ariete. 

10. Acuerdo y desacuerdo con las palabras del capitán, Zapater

Alberto Zapater es el único portavoz del equipo que ha hablado durante esta dura semana tras haber caído 1-0 en la Copa ante el Diocesano de Cáceres, dos categorías menor que el actual Real Zaragoza. El capitán habló sobre la vergüenza que sentía por lo ocurrido ese día y también sobre la necesidad de ponerse "en modo supervivencia y pensar en lograr los 50 puntos para lograr la salvación". Escribá dijo estar de acuerdo con él solo en el 50 por ciento de su aseveración. 

"En la parte de la vergüenza comparto su opinión. Ya dije que hay que sentirla. Yo la sentí el otro día en Cáceres. Vergüenza porque defraudamos a la gente. Yo me pude equivocar y seguramente me equivoqué. Zapater fue a una rueda de prensa fastidiada, horas después de lo sucedido. Ni siquiera habíamos hablado nosotros aún (los técnicos), no tenía el refuerzo mío. Pero no estoy de acuerdo en lo de los 50 puntos. Yo solo pienso en los 19 que tendremos si ganamos al Málaga. Para los 50 queda mucho. La experiencia me dice que en Segunda División el objetivo te lo va marcando la temporada y, hasta la jornada 30, no está claro el objetivo. Por eso digo que necesitamos paciencia para el objetivo final e inmediatez para salir de la dinámica en la que estamos", concluyó.

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