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Simeone: un oasis en mitad del desierto
El joven delantero argentino, autor del único gol del Real Zaragoza en las cuatro primeras jornadas, es una de las escasas notas positivas del equipo en el inicio del curso.
Llegó -por fin- el primer gol del Real Zaragoza. Giuliano Simeone firmó este domingo ante el Lugo el ansiado tanto inaugural del conjunto aragonés esta temporada. Un equipo que evidencia una preocupante falta de puntería ante la portería rival. Sin embargo, como quedó patente ante el cuadro lucense, esta ceguera anotadora no es el único problema que padece la plantilla de Carcedo. En medio de este decepcionante arranque liguero, el delantero argentino se ha destapado como una de las escasas notas positivas en el comienzo de curso, un pequeño oasis de esperanza en mitad del arduo desierto.
Tiene solo 19 años y ha jugado cuatro partidos como futbolista profesional. Sin embargo, ante la ausencia ‘sine die’ de Iván Azón y a la espera de conocer cuáles son las verdaderas prestaciones del senegalés Makhtar Gueye, Simeone es ahora mismo la gran referencia ofensiva del Real Zaragoza. El joven delantero destaca por su constante movilidad y su infatigable lucha entre la defensa rival. Como buen argentino, posee ese carácter guerrero, canchero, tan reconocible en futbolistas del país sudamericano.
Giuliano Simeone no da nunca un balón por perdido. Esa entrega sobre el césped le ha valido para ganarse rápidamente el cariño de la afición de La Romareda. Un público al que este domingo fue uno de los primeros en pedir perdón tras el estrepitoso desenlace ante el Lugo. Terminó el encuentro y, rápidamente, se dirigió a la grada con las palmas de las manos juntas en señal de disculpa. Un gesto poco habitual en la cuarta jornada de competición que, sin embargo, también secundaron otros compañeros como su compatriota Valentín Vada.
Fruto de su juventud -cumplirá 20 años el próximo mes de diciembre-, el ariete argentino todavía tiene algunos detalles importantes que pulir para asentarse en el fútbol profesional. La tranquilidad delante del marco rival y el acierto en el remate son los dos más importantes. Pero, sin estar todavía ante un delantero consagrado en la élite (viene de jugar en Tercera RFEF con el filial del Atlético de Madrid), el menor de la saga Simeone cuenta con bastantes más argumentos a su favor que otros arietes que han vestido la camiseta del Real Zaragoza en la época más reciente.
La primera diana de la temporada supone un refuerzo para la moral del futbolista. Fue, al mismo tiempo, una liberación, tal y como reflejó su efusiva celebración junto al fondo norte de La Romareda. A pesar del suspense generado por la revisión del VAR, Simeone festejó a lo grande el esperado primer gol aragonés. Un tanto que superó hasta nueve jugadores: ocho del Lugo (siete de campo además de Whalley, guardameta aragonés del Lugo) y uno del Zaragoza, Gámez, ubicado en la frontal del área pequeña, una posición poco habitual para el lateral.
Un certero y afortunado envío con la pierna derecha inauguró el contador de goles del Real Zaragoza 2022-23. De paso, confirmó a Simeone como una cristalino rayo de luz en mitad de la tenue oscuridad.
