El nuevo papel de Torrecilla bajo el poder omnímodo de Sanllehí en el Real Zaragoza

Miguel Montes Torrecilla, recién renovado en el cargo de director deportivo del Real Zaragoza, ha trabajado durante año y medio de una forma y, a partir de ahora, lo hará de otra. No es igual el organigrama -ni el método- que existía con la anterior propiedad de la SAD que el que empieza a imperar en el día a día de la compañía desde la llegada de los nuevos máximos accionistas, con la figura del director general Raúl Sanllehí como piedra angular de la gestión global del viejo club aragonés. La presencia de este ejecutivo catalán en el vértice superior de la pirámide del orden laboral de la entidad es lo que modifica todo. 

Primero, ¿por qué sigue Torrecilla en el área deportiva y, sin embargo, se ha decidido el cambio de entrenador, no dando opción a la continuidad de Juan Ignacio Martínez 'Jim' y se le ha relevado por Juan Carlos Carcedo? Sanllehí considera interesante que, ante la enorme continuidad de futbolistas con contrato que hereda el Real Zaragoza del presente (más de 30 están con nómina de cara al año que viene), sea el mismo director deportivo el que prosiga con su labor un año más. Torrecilla es quien ha manejado este grupo humano –en buena medida subrrogado en 2020 del anterior arquitecto futbolístico, Lalo Arantegui– y parece lo más natural, y menos contraproducente, que sea él quien asuma la máxima responsabilidad de restaurar, en la medida de lo posible, el formato de la nueva plantilla.

Una tarea ardua en la que ya lleva días trabajando Torrecilla y que, a partir de ya mismo, tiene que empezar a dar frutos visibles en forma de salidas (bien bajo la fórmula de cesiones o con rescisiones contractuales si es preciso), de renovaciones y mejoras de contratos y, por supuesto, con los fichajes de gran relevancia que el equipo requiere y reclama después de dos años de suspenso generalizado en el rendimiento global, con especial énfasis en la faceta goleadora, que ha establecido en este bienio récors negativos sin par en 90 años de historia del club.

Sanllehí, poder absoluto

Detrás de esta renovación y ampliación del contrato de Miguel Torrecilla como director deportivo del Real Zaragoza hay una diferencia sustancial, oculta e intangible a la vista de cualquier observador ajeno a la SAD, respecto del pasado reciente, pero que recorta la capacidad de maniobra que ha podido tener Torrecilla hasta hoy. Se trata del peso específico de Sanllehí en la gestión de la entidad en todos sus ámbitos, sin excepción alguna. El catalán, hombre de máxima confianza y mano derecha del presidente Jorge Mas Santos, tiene un rango de decisión omnímodo, tal y como subrayó el nuevo presidente el día en el que vino desde Miami (Florida) para presentarse al zaragocismo y a las fuerzas vivas de la ciudad y la Comunidad Autónoma aprovechando el acto de la firma ante notario del cambio de propiedad.

Raúl Sanllehí es el máximo responsable de todo. Nada se hace ni se hará, desde su puesta en marcha al frente de la gerencia de la SAD, sin su conocimiento, supervisión y aprobación. Su método de trabajo al frente de un equipo de fútbol requiere de especialistas –Torrecilla será uno de ellos–, pero el eje sobre el que gravita cualquier acción de envergadura va a ser siempre el barcelonés. El renovado director deportivo del Real Zaragoza propondrá, pero nunca tendrá la última palabra ni decisión. Estas son, en todas las áreas del club, exclusivas de Sanllehí, la extensión en Zaragoza de Mas Santos desde su domicilio habitual en Miami.