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Carcedo, un centrocampista que llegó al Atlético de Madrid en su etapa en Segunda
El logroñés, nuevo entrenador del Real Zaragoza, tuvo una etapa como futbolista que alcanzó su cénit en el club madrileño, aunque nunca pisó la Primera División. Medio centro organizador, estuvo también en Las Palmas y Leganés.
Juan Carlos Carcedo, nuevo entrenador del Real Zaragoza, nacido en Logroño (La Rioja) hace 48 años (empezará la liga con 49, pues cumple en agosto), fue cura antes que fraile en el fútbol profesional. O sea, que antes de entrenar se dedicó a jugar y se ganó la vida con ello desde los 20 años hasta los 32, cuando colgó las botas.
No se conoce mucho su trayectoria como futbolista, seguramente porque no fue muy llamativa ni alcanzó la cota máxima de la Primera División. Pero sí tuvo sus ratos de gloria en Segunda, donde fue un centrocampista creador, medio centro referencial, que militó en esa categoría en el Atlético de Madrid B, en el primer equipo del Atlético de Madrid y en el Leganés. Antes, creció en Segunda B en el fútbol catalán, pasando por el Hospitalet, la Gramanet y el Espanyol B. Y se retiró también en los campos de la entonces categoría de bronce del balompié hispano, el tercer escalón de rango, en un histórico que se había despeñado ahí: Las Palmas.
Ciertamente, recordar al Carcedo futbolista es propio de aficionados de culto, maduros que fuesen habituales de las matinales de Canal +, gatera por la que la Segunda empezó a expandirse poco a poco dentro de lo que luego acabó siendo la trama de la Liga de Fútbol Profesional que hoy conocemos. Si se observa esta trayectoria, no hay duda de que el año que pasó en el Atlético de Madrid fue su cénit como jugador.
Fue la liga 1999-2000, la del cambio de siglo. Porque, hay que rememorar aquel episodio, el Atleti fue equipo de Segunda División dos años en esa época, bajo el mandato de Jesús Gil y Gil. Carcedo venía del filial, que había tenido su plaza en Segunda durante un largo periodo, con el estadio del Cerro del Espino de Majadahonda y El Soto de Móstoles como campos propios para jugar de local. Le tocó vivir el año malo de los dos que los rojiblancos militaron en la categoría de plata, con un exzaragocista en el banquillo, Marcos Alonso, también bajo las órdenes de Zambrano y Cantarero, pues fue episodio torcido con tres técnicos. Fallaron estrepitosamente y no subieron, un fracaso monumental que arrasó con casi todo el equipo la temporada siguiente. Gil fichó al mítico Luis Aragonés para que, a la segunda intentona, sí pudiera devolver al Atlético a Primera División. Carcedo ya había salido disparado al vecino Leganés, donde estaría tres temporadas, siempre en Segunda asimismo.
Carcedo fue un secundario en aquel Atlético de Madrid. Llevaba el 24 como dorsal, recién estrenada la moda de los números fijos. Melena larga, pelo alborotado. Era un futbolista de carrera vistosa, de presencia en el juego. Pero nunca encontró en el profesionalismo su nivel medio suficiente como para romper a hervir en ninguno de sus destinos, más allá de su época en el equipo B rojiblanco, donde hubo un año que jugó 36 partidos y marcó 3 goles. Esas cifras jamás las pudo emular. Lo suyo fue oscilar entre los 11 y los 18 partidos y ver puerta apenas un gol por curso en el mejor de los casos.
De hecho, cuando fichó por Las Palmas, ya treintañero, sus dos temporadas en Gran Canaria fueron decepcionantes: 5 y 4 partidos jugó, respectivamente, apenas 340 y 156 minutos en Segunda B. Ahí vio que lo suyo iba a ser, en adelante, ser entrenador.
Sus colegas de vestuario rojiblanco
En su año de fútbol más elevado, el Carcedo jugador compartió caseta con el portero internacional Toni Jiménez (fugaz e inéditamente, también zaragocista), con los también miembros de La Roja Aguilera, Santi Denia (actual seleccionador de las inferiores), Luque, Salva, Toni Muñoz, Lardín, Juanma López (representante de gran onda expansiva poco después), el gran Kiko y... un juvenil e incipiente Fernando Torres. Del elenco extranjero, ahí estaban Jean François Hernandez (central francés, padre de Lucas y Theo), los lusos Hugo Leal y Dani, el uruguayo Correa, los argentinos Fagiani y Mena...
Antes, en el filial colchonero, fue dirigido por el recordado Carlos 'Lobo' Diarte (estrella de los zaraguayos) y compartió vestuario con Baraja (técnico blanquillo hace dos temporadas), el ariete Yordi (otro zaragocista para la historia), el macedonio Paunovic, el portero Ricardo, el uruguayo Pablo García o el polaco Rosicky. Hay más historias interesantes por esta vía...
