La clave de por qué Juan Carlos Carcedo ha llegado a entrenar al Real Zaragoza en este verano de 2022 tiene una palabra: 'Leganés'. Descifrarla es sencillo. Allí tuvo el técnico riojano un episodio de tres años como futbolista profesional, en Segunda División, entre los años 2000 y 2003, tras haber dejado atrás su fase en el Atlético de Madrid. En el equipo leganense, en la segunda campaña, Carcedo compartió vestuario y línea medular con Unai Emery, medio centro vasco que pasó un año en las filas de los de Butarque, la liga 01-02. Y ahí surgió su amistad, su complicidad y una relación personal que ha resultado decisiva en el devenir profesional del nuevo preparador zaragocista. 

Carcedo ha llegado a Zaragoza en este verano de 2022 para afrontar su segundo episodio como primer entrenador de un equipo profesional. El primero, inacabado, tuvo lugar el año pasado en Ibiza (fue destituido por Amadeo Salvo, su presidente, a mitad de curso). Parece poco bagaje cuando el técnico riojano está a poco de cumplir los 49 años. Y, en realidad, lo es. Pero Carcedo tiene trampa en su primera lectura de credenciales, pues es en el fondo un curtido preparador de grandes vestuarios, solo que desde el rol de segundo, de ayudante, de mano derecha del titular: el referido Unai Emery.

El nuevo entrenador zaragocista tiene, por ello, mucho de híbrido en el ámbito de los técnicos actuales de La Liga. Y su 'matrimonio' laboral con el vasco Emery es el origen de su singular perfil, pues ha sido tan exitoso en líneas generales que ha durado 14 años. Ambos han sido un binomio sobresaliente, de alto nivel, acaparando elogios y seguimientos por todo el mundo por su modus operandi. 

Tras aquel encuentro futbolístico en el Leganés, fue Emery el que dio el paso para formar el dúo de moda durante casi década y media en el fútbol europeo. Él llamó a su colega pepinero Carcedo para que se fuerse con él de segundo al Almería, cuando Emery empezó a dar pasos firmes en los banquillos. El logroñés dio el sí y... hasta hoy. 

Valencia (tres años), Spartak Moscú (9 meses), Sevilla (tres años), Paris Saint Germain (dos campañas) y Arsenal de Londres (dos temporadas) han sido sus brillantes estaciones después de los dos años de gran aprendizaje en el club almeriense. El dueto Emery-Carcedo han dejado su huella de forma positiva en todas ellas, en líneas generales. Después del bienio inglés, ambos decidieron lo que, en otros casos, hubiese sido natural muchísimo tiempo antes: separar sus caminos y, así, dejar que Carcedo volase solo. 

Tras el inicio en solitario en Ibiza, con el ascenso de Segunda B a Segunda como excelente comienzo de carrera para Carcedo, vino el chasco del curso recién concluido. Esa destitución prematura en la isla no ha hecho decaer el ánimo de un entrenador que confía en trasladar a su nuevo equipo, el Real Zaragoza, todos los vastos conocimientos adquiridos como segundo de Emery en grandes proyectos y en vestuarios de primer nivel. Ahí está ahora el presente, juntando a Carcedo con el Real Zaragoza con una palabra clave siempre en su carrera, que lo une a Emery: 'Leganés'.