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La factura de la suspensión del derbi aragonés en las arcas del Zaragoza

Debido a la no celebración este fin de semana del partido contra el Huesca, el club registrará una relevante pérdida de ingresos en taquilla, publicidad y venta de productos y merchandising.

Derbi Real Zaragoza - SD Huesca en La Romareda
Derbi Real Zaragoza - SD Huesca en La Romareda
Toni Galán

Hasta que el coronavirus puso el mundo patas arriba, esta era la semana del derbi aragonés, imbricado esta temporada en los días de Semana Santa, pero no por ello menos esperado. Real Zaragoza y Huesca, quién sabe, podrían haber llegado a este partido como equipos en posiciones de ascenso directo. En todo caso, como aspirantes a Primera y rivales director. El tiempo paró al Zaragoza en la segunda posición, mientras que el Huesca, con cinco puntos menos, marchaba cuarto. Estábamos ante un derbi aragonés apasionante y fogoso, tanto o más como el de hace dos temporadas en La Romareda. Aunque aún no se le había fijado una fecha y horario oficiales, LaLiga y los operadores televisivos contemplaban ubicarlo el domingo día 12 a las 16.00 horas, según ha podido saber este periódico.

Más allá de la pérdida del partido y la incertidumbre que ahora envuelve a la competición, la suspensión de la liga, y por lo tanto de este pulso aragonés, tiene también sus consecuencias económicas en las arcas del Real Zaragoza. Un día así, de esta expectación, se subraya en rojo a la hora de confeccionar presupuestos o estimar la partida de ingresos. Al Real Zaragoza, este aplazamiento le repercute directamente en cuatro vectores de su actividad económica: el taquillaje, las barras de La Romareda, la tienda oficial y los paquetes especiales de patrocinio. Todo esto ha saltado por los aires. La suspensión del derbi aragonés también tiene sus afectados indirectos: bares del entorno del estadio, restaurantes y hostelería de la ciudad, transportes…

Este Zaragoza-Huesca reunía por sí solo varios factores que incrementaban su atractivo, por lo que su suspensión también influye directamente a las televisiones. Ambos equipos pelean por el ascenso, el partido se iba a jugar en el tercio final de la temporada y además contaba con la presencia de Kagawa y Okazaki como reclamo para el mercado japonés y los derechos audiovisuales internacionales.

El Zaragoza, con 28.500 abonados y un stock de entradas a la venta de alrededor de 4.000, ha perdido en taquillaje entre 120.000 y 180.000 euros. Todo el inventario de localidades disponible se iba a vender, se iban a cancelar promociones con clubes convenidos y otras iniciativas, y restringir algunos pases de favor. Se da por hecho en la entidad zaragocista que el papel se iba a agotar. Iba a ser el cuarto lleno de la temporada en La Romareda, tras las visitas de Cádiz, Real Madrid (Copa del Rey) y Deportivo. No solo iba a incrementarse el precio de las entradas en cada uno de los sectores, sino que precisamente las más caras se iban también a vender, por lo que el coste de oportunidad de este partido era mucho más alto que otros de la temporada para el Real Zaragoza. Al Huesca se le iba a facilitar un paquete de algo más de 100 entradas para la zona visitante, un cupo similar al que el club oscense puso a disposición del Zaragoza en el duelo de la primera vuelta.

Los ingresos previstos en las barras de La Romareda en el ‘match day’ también se han evaporado con la suspensión del derbi. En este tipo de partidos, las ventas se multiplican: bebidas, snacks, almohadillas… Más aún si el partido se iba a jugar a primera hora de la tarde, con sol y buena temperatura, las condiciones en las que los aficionados más consumen en el campo, según las métricas del Real Zaragoza.

Del mismo modo, la expectación y el atractivo de este tipo de partidos produce una activación de fidelidad entre los aficionados, por lo que suele ser una semana de aumento de ventas en la tienda del club, de forma presencial u online. El Zaragoza, en un día de derbi, vende más camisetas, bufandas y artículos de merchandising ya que el aficionado, por razones psicológicas o sociológicas, eleva su sentido de pertenencia al club.

Otro de los vectores afectados por el aplazamiento son los paquetes de esponsorización que el Zaragoza comercializa exclusivamente asociados a un partido de este interés, como anunciantes en las vallas led del contorno del campo de fútbol, acciones de márketing en el descanso del choque y otros patrocinios de venta individual.

Otros aspectos menos mensurables, pero capitales en la estrategia de marca del Real Zaragoza también han saltado por los aires, como su activación digital u acciones de posicionamiento en mercados internacionales. El club, de la mano de LaLiga, negociaba operaciones concretas de ‘branding’ para potenciar el valor de la marca ‘Real Zaragoza’ en Japón, gracias al tirón de Shinji Kagawa en su país.

En todo este impacto económico en el Real Zaragoza de la no celebración del derbi, también han de incluirse los costes ligados al día de partido que se ahorran: luz, personal de puertas, seguridad y otros gastos.

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