La Romareda llena, banderas de Aragón en la grada, todo tipo de autoridades y de rostros conocidos en el palco, y sobre el césped el blanco y el azul por un lado y el azul y el grana por el otro. Poniendo por delante las miles de muertes contabilizadas, el sufrimiento de los enfermos y el esfuerzo de los que luchan contra el Covid-19, y más allá de la cotidianidad perdida, la actual situación también ha forzado la cancelación o aplazamiento de un buen número de aquellos eventos de trascendencia especial que contribuían a dar color al día a día. Entre ellos, el derbi aragonés entre el Real Zaragoza y la Sociedad Deportiva Huesca, que, si todo hubiese seguido con normalidad, se debería de haber disputado el próximo fin de semana, dentro de la jornada 36 de Segunda División, y enmarcado en Semana Santa.

El duelo de rivalidad regional que podría haber sido y que, si la temporada se reanuda, apunta a que finalmente se celebrará entre junio y julio, hubiese supuesto el décimo choque liguero entre ambos conjuntos, todos en la categoría de plata, y, atendiendo a la trayectoria de los dos en el actual ejercicio, los contendientes se hubiese presentado peleando decididamente por el ascenso directo, premio al que tienen derecho el campeón y el subcampeón.

El cartel apuntaba a ser extraordinario. No en vano, en el momento en el que se decretó el parón de todas las competiciones, el Real Zaragoza era el segundo a un solo punto del líder, el Cádiz, y la SD Huesca marchaba cuarta, empatada con el Almería, tercero, con cinco puntos menos que los blanquillos.

Aunque todo esto sea jugar a fútbol ficción, hay datos que avalan con fuerza la tesis. Los de Víctor Fernández venían siendo el mejor equipo de la segunda vuelta, periodo en el que se mantenían invictos, y la regularidad mostrada por los de Míchel Sánchez estaba fuera de toda duda, con solo dos jornadas fuera de los puestos de ‘play off’ y presumiendo de ser el único conjunto que nunca había estado más de dos partidos seguidos sin ganar.

Hay que recordar que en el precedente más cercano entre ambos contendientes, en el cierre de la primera parte de la temporada, a las puertas de la Navidad, los altoaragoneses se habían impuesto en El Alcoraz por 2-1 y que en la última jornada celebrada hasta la fecha, la 31, el Real Zaragoza había superado a domicilio por 0-1 al Málaga, mientras que la SD Huesca había derrotado en El Alcoraz al Fuenlabrada (2-0). Ambos afrontaban posteriormente antes de volver a encontrarse un calendario de complejidad similar sobre el papel con un compromiso frente a rivales que tratan de no descolgarse de la pelea por entrar en el ‘play off’, dos frente a equipos enfangados en la lucha por la permanencia y un cara a cara con otro candidato al ascenso.

Los blanquillos habrían recibido primero al Alcorcón, después habrían realizado el incómodo desplazamiento a Lugo, a continuación hubiesen sido los anfitriones del Almería y por último habrían visitado al Extremadura. Por su parte, la SD Huesca debería de haber volado hasta Málaga. Posteriormente habría acogido al Mirandés, hubiese actuado como visitante en Albacete y, como preludio al derbi, se habría medido al Cádiz.

La fiesta en la grada también se daba por asegurada. Una de las claves del éxito del Real Zaragoza se estaba encontrando precisamente en su fortaleza en La Romareda, donde, impulsado por una afición que llevaba ya varias citas prácticamente abarrotando el estadio, no perdía desde el 16 de noviembre, un 0-1 contra el Albacete. Además, desde Huesca un buen número de hinchas hubiese arropado a su equipo. En el último precedente de un Real Zaragoza-SD Huesca, del que precisamente este martes se cumplen dos años, fueron 1.700 los altoaragoneses presentes. Entonces, ambos conjuntos se presentaron también con las miras altas. Los locales se llevaron el triunfo con un 1-0 rubricado por Ros, pero finalmente el ascenso lo festejaron los azulgranas. Ahora, una vez la normalidad se retome y pase lo que pase en el derbi, la mejor noticia para el fútbol aragonés sería que el contexto de los dos la próxima temporada sea el de Primera División.

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