Era el tercer gol del Real Zaragoza al Deportivo. Encarrilaba y, en cierto modo, como así sucedió, sentenciaba el importante encuentro de este domingo en La Romareda. Su autor, quién si no, Luis Suárez, que no quiso perderse la trascendental cita. El delantero lo celebró junto a sus compañeros, tras arrodillarse con los dedos señalando al cielo. Pero la imagen estuvo en el banquillo aragonés, donde el tanto se celebró con gran efusividad, tal y como demuestra un vídeo compartido por la entidad en Twitter.

Víctor Fernández, Linares, Ratón… todos saltan eufóricos de felicidad, conscientes de la gran importancia que tenía la victoria frente al conjunto coruñés. Rápidamente, después de señalar con gestos de aprobación hacia un futbolista, el técnico corre a fundirse en un sentido abrazo con su segundo, Loreto, y con el delegado del equipo, Alberto Belsué. Todos ellos forman una improvisada piña de tres hasta que sobre ellos se abalanza con entusiasmo El Yamiq, uno de los futbolistas más destacados del partido.

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Fue un abrazo de pocos segundos entre futbolista y entrenador, pero un síntoma muy evidente de la buena salud que goza el vestuario aragonés. El Yamiq, que no lleva ni un mes en Zaragoza, parece haberse integrado de maravilla en la plantilla de Víctor Fernández. El técnico, además, ha ayudado a ese proceso de adaptación, dotándole de plena confianza y convirtiéndolo en un fijo en sus alineaciones, desde su accidentado debut en Cádiz el 2 de febrero.

El central marroquí se estrenó con la camiseta del Zaragoza en el Ramón de Carranza, apenas cuatro días después de haber aterrizado en la capital del Ebro, tras lesionarse Atienza en el calentamiento. Con el cordobés ya recuperado, ambos forman la actual pareja de centrales en la defensa de Víctor Fernández. Un binomio que, hasta la fecha, está aportando un resultado excepcional.