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Los beneficios marcan las últimas operaciones de salida del Real Zaragoza

La cesión de Pombo podría reportarle al club aragonés 1,25 millones de euros tras las ventas de Pep Biel (4,5 millones), Soro (2,5 millones) y Verdasca (400.000).

PARTIDO DE LIGA GRANADA - REAL ZARAGOZA/ 10/03/2019 / FOTO : MIGUEL ANGEL MOLINA [[[FOTOGRAFOS]]]
PARTIDO DE LIGA GRANADA - REAL ZARAGOZA/ 10/03/2019 / FOTO : MIGUEL ANGEL MOLINA [[[FOTOGRAFOS]]]
Miguel Ángel Molina

Si hasta hace no mucho tiempo, el Real Zaragoza debía armarse de paciencia, resignación y dinero para desprenderse de buena parte de sus futbolistas (descartes, principalmente), ahora, la tendencia ha cambiado, como un volantazo radical. El Zaragoza ya no debe pagar a sus futbolistas para que se marchen, sino que le pagan. Las últimas operaciones del club aragonés, en las diferentes ventanas de fichajes, así lo atestiguan. En poco más de seis meses, la dirección deportiva dirigida por Lalo Arantegui ha conseguido cerrar acuerdos de salida de futbolistas con notorios beneficios económicos, vitales para la viabilidad de un club sometidos a diferentes compromisos de pago de deuda y atado de pies y manos en la gestión de su techo salarial por el control económico de la Liga.

El reciente acuerdo con el Cádiz para la cesión del delantero Jorge Pombo se ubica en esa línea de revalorización patrimonial en el Real Zaragoza en las últimas temporadas. El canterano se marcha hasta el 30 de junio al Ramón de Carranza, aunque el club gaditano, si asciende a Primera División -es líder destacado de la categoría-, se ha comprometido a desembolsar los 1,25 millones de euros de la cláusula obligatoria de compra. Además, el Zaragoza conservaría el 25% de los derechos económicos del futbolista en vistas a posibles futuras plusvalías que generara Pombo. Hace cuatro meses, en pleno proceso de renovación de Pombo, que finalizaba contrato el 30 de junio, el Real Zaragoza desestimó una propuesta de 100.000 euros procedente del Granada. No fue la única oferta del club nazarí a la que dijo no el pasado verano: el Zaragoza rechazó 4 millones de euros por James Igbekeme, una decisión motivada por el deseo de Víctor Fernández de mantener en plantilla al centrocampista nigeriano, especialmente, tras la venta de Pep Biel al FC Copenhague. Con este traspaso, el Zaragoza ha ingresado 4,5 millones de euros, pues los otros 500.000 del posible montante total de la operación estaban supeditados a que el club danés accediera a la Liga de Campeones, objetivo deportivo que no cumplió. Esos 4,5 millones de euros se unieron a los 2,5 millones de la venta de Alberto Soro al Real Madrid y los 400.000 euros que el Beitar Jerusalén pactó en la salida del central Diogo Verdasca. Casi 7,5 millones de euros en traspasos que permitieron al Zaragoza mantener su techo salarial -de no haberse producido esas ventas, ese límite hubiera bajado de cara a la nueva temporada- y que le dieron margen económico para rechazar la oferta del Granada por James Igbekeme. A esa cantidad de casi 7,5 millones se le podría unir dentro de unos meses 1,25 millones por Pombo.

En este sentido, el escenario de las salidas ha variado sustancialmente en un club que, hasta hace no mucho, debió llegar a acuerdos de rescisión con jugadores como Irureta, Xumetra o Lanzarote, jugadores a los que debió abonar indemnizaciones para que aceptaran desvincularse. Ya en el verano de 2018 se rechazó una oferta de en torno al millón y medio de euros del Éibar por el 75% de los derechos económicos de Lasure. El Zaragoza la consideró insuficiente. Al verano siguiente, en cambio, los beneficios por traspasos ya alcanzaron dígitos relevantes para la economía del club, casos mencionados de Pep Biel o Soro.

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