Real Zaragoza

Segunda división

El viaje de la gripe

El Sporting de Gijón se ha desplazado a Zaragoza en dos autobuses antes de hacer noche.

La expedición del Sporting, a su llegada a Zaragoza.
francisco jiménez

Que el equipo rival solicite el aplazamiento de un partido por indisposición médica es una circunstancia extraña, que se da muy pocas veces en el mundo del fútbol. Sin embargo, al Real Zaragoza ya le ha tocado vivir esta situación dos veces en lo que va de temporada en la Segunda División española. La primera fue en su visita al estadio Fernando Torres de Fuenlabrada, que inicialmente estaba fechada para el 18 de septiembre y se acabó dando el 16 de octubre. La segunda llegó este mismo jueves, con la particularidad de que estaba previsto que los aragoneses ejerciaran como locales y el visitante, el Sporting de Gijón, llegó a completar el viaje hasta la capital del Ebro. 

El escaso margen de tiempo entre la solicitud de aplazamiento y la hora en que estaba fijado el encuentro condujo al club gijonés a emprender el desplazamiento, de forma que, en torno a las 13.00, una vez completado el entrenamiento matinal que hizo saltar las alarmas por la escasez de efectivos a causa de la gripe, la plantilla partió desde la Escuela de Fútbol de Mareo en dos autocares. Los enfermos (Carmona, Damián, Cristian Salvador, Pablo Pérez, Djurdjevic, Cordero, Manu García, Cristian Joel, Pedro Díaz y Babin) viajaron al margen del resto, aunque ambos aparatos llegaron a Zaragoza a la misma hora.

 

Todavía no se habían cumplido las 21.00 cuando la expedición sportingusita abordó el acceso al hotel NH Ciudad de Zaragoza, donde hicieron noche con el sentir de que buena parte del trayecto hasta Zaragoza se podría haber evitado si el Comité de Competición hubiese emitido la resolución de aplazamiento con mayor celeridad. Y es que, dado que el estamento futbolístico disponía de las pertinentes alegaciones de ambos clubes desde las 14.00, los rojiblancos esperaban tener una respuesta firme a mitad de camino, concretamente cuando hicieron parada para comer. 

Por su parte, el Real Zaragoza, que se entrenó este jueves por la tarde (16.00) a la espera de conocer la decisión del Comité, ha abogado por reclamar informes médicos independientes del club sportinguista para garantizar la salvaguarda jurídica y la integridad de la propia Segunda División.

Los maños tienen en el recuerdo la experiencia del aplazamiento del partido en Fuenlabrada y, en la medida de la posible, tratará de evitar que la nueva fecha para la disputa del partido frente al Sporting de Gijón se vaya más allá del 6 o el 8 de este mismo mes. Para ello, es indispensable que haya acuerdo entre clubes, algo que no ocurrió en el citado Fuenlabrada-Real Zaragoza, que se acabó disputando con un mes de retardo y en circunstancias muy distintas a las que se hubieran dado en la fecha inicial. De ahí que Víctor Fernández, en la rueda de prensa previa al encuentro a jugar en el Fernando Torres de la ciudad dormitorio madrileña, expresase sus quejas por la situación. 

El 18 de septiembre, el Zaragoza vivía instalado en las alturas de la tabla con 13 puntos de 15 posibles. Ya el 16 de octubre, fecha en la que el duelo quedó enmarcado finalmente, los blanquillos habían perdido posiciones en la clasificación y tenían varios futbolistas fuera de combate. "La verdad es que, cuando la suspensión, fue un momento muy diferente al que vamos a afrontar este partido ahora ante el Fuenlabrada. En aquellos momentos, creo recordar que no había ningún lesionado y ahora llegamos con dos bajas seguras, Raphael Dwamena y Carlos Vigaray, y seguro que va a haber más", lamentó Fernández, sobre una circunstancia que ahora se pretende evitar.