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Numancia-Real Zaragoza, 13 de octubre como el año pasado

El capricho del calendario ha querido que el partido de Los Pajaritos se dispute en esta liga 2019-20 justo en la misma fecha que en la temporada anterior. Entonces, con Idiakez ya tocado, los sorianos ganaron 1-0, de penalti y en el último minuto.

Momento en el que Viguera anotó el 1-0, de penalti, que dio el triunfo del Numancia ante el Real Zaragoza el año pasado en Los Pajaritos, justo el 13 de octubre, misma fecha en la que se jugará este duelo un año después.
Momento en el que Viguera anotó el 1-0, de penalti, que dio el triunfo del Numancia ante el Real Zaragoza el año pasado en Los Pajaritos, justo el 13 de octubre, misma fecha en la que se jugará este duelo un año después.
Daniel Marzo

Ir a Soria en el final de las fiestas del Pilar, como le sucede al Real Zaragoza y a su afición viajera en este 2019, no es cosa nueva. Ni muy antigua. Se ha dado y, además, hace nada: el año pasado. El caprichoso calendario, el azar de los algoritmos, ha querido que el Numancia-Real Zaragoza de esta liga 19-20 vaya a jugarse en Los Pajaritos justo en la misma fecha que el año pasado, en el torneo 18-19. La única diferencia es que, entonces, era sábado y, ahora, será domingo a la hora de la sobremesa (16.00). 

Así que, con el cachirulo incorporado en la indumentaria, alrededor de un millar de zaragocistas volverán a dar color en las gradas rojas de Soria en pos de animar hasta la victoria a su equipo, el Real Zaragoza. Por lo tempranero del horario y la cercanía de la capital soriana de la aragonesa, aún les dará tiempo de sobras de regresar para poner el broche final a las fiestas pilaristas, si así lo desean. Con una victoria blanquilla, seguro que ese hecho es más apetecible. 

El año pasado, en el mismo día 13, el Zaragoza claudicó en Soria por 1-0. Era el mismo tramo de la liga, obviamente. Con exactitud, una jornada menos, la 10ª, pues el curso pasado no tuvo dos jornadas intersemanales tan pronto como sí se han programado este año. Y, por ello, aún estaba Imanol Idiakez, el primero de los tres entrenadores que tuvo el cuadro aragonés en el caótico año en el que acabó coqueteando con el descenso a Segunda B durante varios meses. 

En concreto, esta derrota ante el Numancia dejó la cabeza de Idiakez servida en la guillotina de Lalo Arantegui, José Mari Barba y Luis Carlos Cuartero. Venía ya tocado el donostiarra de días anteriores. Y tras un pésimo partido de fútbol en Los Pajaritos, en el que la aspiración fue llegar con el 0-0 al final, un penalti en el minuto 90 echó por tierra la rácana propuesta zaragocista. El veterano Viguera lo marcó y ese 1-0 propició un clásico de los últimos años: ver a un entrenador zaragocista -en este caso Idiakez- cariacontecido en la pequeña sala de prensa del coqueto estadio numantino, sabedor de que su futuro iba a ser corto. Tanto que, el domingo siguiente, cayó decapitado en los despachos tras empatar 1-1 en La Romareda ante el Tenerife, también, curiosamente, en el tiempo de aumento. En tiempos pretéritos, Soria también fue la tumba directa de Víctor Muñoz y, posteriormente, el entremés de la destitución de Luis Milla. Siempre por estas fechas otoñales.

El año pasado, hará el domingo exactamente 365 días clavados, el Real Zaragoza que jugó a orillas del Duero estuvo formado por Cristian Álvarez; Benito, Grippo, Verdasca, Lasure; Zapater, Eguaras, Javi Ros, Pombo, Igbekeme; y Álvaro Vázquez. Durante la segunda parte salieron al campo también Aguirre, Soro y, ¡ojo!, el colombiano Medina, que jugó ahí sus únicos 8 minutos en liga como zaragocista antes de su deportación en enero. Idiakez no contó con M. Gual ni en la citación. Algo estaba larvado en su pulso con el área deportiva y salió a la luz en 7 días. 

Esta vez, un año después, solo están en disposición de repetir 8 futbolistas aunque, realmente, por el equipo base que viene manejando Víctor Fernández, son algunos menos. Zapater está fuera de órbita por lesión de larga duración. Lasure o Soro han jugado muy poco. Grippo entra y sale del equipo. Javi Ros ha perdido peso específico. Igbekeme ha estado más lesionado y de baja que jugando. Pombo está cogiendo la onda después de un verano caliente y de estar más fuera que dentro del club. En el fondo, solo el portero, Cristian Álvarez, y Eguaras (que también empezó sin contar) tienen rol de titulares de rango en estos momentos.

En frente, el Numancia estaba entrenado por Aritz López Garai, ahora en el Tenerife. Los sorianos, al final del torneo en junio, fueron unos de los pocos peores que el Real Zaragoza. Si los aragoneses concluyeron su año negro en el puesto 15º, los castellanos lo hicieron en el 17º. Tal para cual. Aquel Numancia de hace un año tenía al ahora blanquillo Pichu Atienza en el eje de la zaga. Y a tipos que ya no están, como el goleador Viguera, o el exzaragocista Diamanka (en el Girona), o Medina (en el Sp. Gijón), o el oscense Dani Calvo (milita en el Elche), o Villalba (se ha ido al Birmingham City inglés), o Luis Varcalce (en la Ponferradina), o Yeboah (ha vuelto al Celta B)... La limpia del club soriano el pasado verano, tras estar a punto de irse por el sumidero al descenso, también fue de aúpa. 

Del equipo que ganó hace un año exacto al Real Zaragoza por 1-0 solo quedan el portero Juan Carlos, el exzaragocista Oyarzun, Escassi e Higinio de aquel once inicial. Y, de los del banquillo, ahí siguen Nacho y otro ex blanquillo, en este caso del filial, Marc Mateu. En puridad, el equipo numantino que se verá ante los zaragocistas en cuatro días es un bloque con fachada nueva en su gran mayoría de componentes. Empezando por su entrenador, ahora Luis Carrión, un barcelonés de recorrido aún corto al que se le vio brevemente hace un par de años en el Córdoba.

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