No sucede a menudo el hecho de que haya un gol 'fantasma' en un partido de un mismo equipo en concreto. Son acciones del juego, tanto a favor como en contra, que fluyen muy de vez en cuando, a veces transcurridas varias temporadas entre una y su antecedente.

En el caso del Real Zaragoza, el gol 'fantasma' que tuvo lugar este sábado en La Romareda, cuando el partido ante el Sporting de Gijón ya concluía y Pombo remató al larguero para que quedase la duda de si el balón botó dentro o no llegó a entrar por completo, ocurrió casi dos años exactos después del anterior de estas características que quedó escrito en las estadísticas blanquillas. Fue aquel de Ponferrada, cuando otro Jorge, otro canterano, Ortí, lanzó una falta sobre la portería de la Ponferradina y todos los efectos visuales, tanto en directo como después al ver las imágenes de televisión, llevaron a pensar a todo el mundo, lógica en mano, que el portero de los bercianos, Santamaría, sacó la pelota de dentro. Pero el árbitro y su asistente no lo vieron así y el Zaragoza, que acabó empatando 1-1 ese día, se lamentó de haber visto esfumarse una victoria que tuvo a mano.

Lo de Ponferrada fue el 1 de mayo de 2016. Lo de esta vez ante el Sporting ha acontecido el 5 de mayo de 2018. Y, lo más curioso y llamativo es, al margen de esta cuestión temporal, de fechas en el calendario, es que el árbitro que le tocó en suertes al Real Zaragoza en estos dos casos tan concretos es justamente el mismo: Saúl Ais Reig, del Comité Valenciano. Una coincidencia sorprendente. El alicantino tiene un especial poder de atracción a las acciones polémicas cuando se mezcla en la vida zaragocista. Lo de reunir en su currículum los dos últimos goles 'fantasma' que han ido en contra de los intereses zaragocistas en los últimos tiempos es rizar el rizo.

Eso sí, el linier que debió asistirle en ambos casos, no coincide. Ahí sí ha cambiado Ais Reig, que ahora trabaja con otro grupo de asistentes. En Ponferrada, hace dos años, le acompañaron Rubén Rico Porras y César Manuel Noval Font. Hace 24 horas en La Romareda, los colegas de equipo arbitral eran Marcos Daniel Saenen Álvarez y Rubén Campo Hernández. Pero la decisión, en ambos casos ejecutadas por el juez arbitral entre las dudas inmediatas que generan este tipo de acciones dudosas bajo palos, fue exactamente la misma: no conceder gol ni a Ortí en Ponferrada ni a Pombo frente al Sporting en Zaragoza.

Igual dentro de otro largo tiempo, cuando en un partido del Real Zaragoza vuelva a acontecer un gol 'fantasma' de este pelaje, el árbitro de turno tenga ya el apoyo de la cibernética para no tener dudas y hacer justicia con certeza. Parece que todo va encaminado hacia ese escenario futuro. Eso sí, visto cómo llama al mal tiempo Ais Reis en este sentido cuando pita a los zaragocistas, caben apuestas sobre si no será el alicantino quien esté presente de nuevo en el día de autos. Por ahora, lleva dos de dos. Pleno.