Opinión

Tiempo de cambiar

Paco Herrera, técnico del Real Zaragoza
Paco Herrera, opción para el banquillo del Real Zaragoza
EFE

El Real Zaragoza sale de la incertidumbre en la que se encuentra sumido desde el descenso, hace casi tres semanas, con la presentación de Paco Herrera como nuevo técnico de la formación blanquilla. En medio del desorden y la confusión en los que se encuentra sumida la entidad, la llegada del técnico catalán supone el primer rayo de luz del nuevo proyecto zaragocista. Que todo el mundo confía en que se resuelva con el ascenso.


En un Real Zaragoza desnortado y perdido, desorientado como el propio Agapito Iglesias, la elección de Paco Herrera admite un consenso notable. Tras el sonoro fracaso de la pérdida de categoría, resultaba inevitable la salida de Manolo Jiménez. Y la elección de un técnico con conocimiento de la categoría, y una trayectoria y experiencia reconocidos parece un primer paso acertado en la edificación de la nueva apuesta deportiva.


La fundamental es acertar con la confección de la plantilla. Se debe garantizar un esquema de escuadra competitiva, con garantías para defender la jerarquía real en la categoría y que asfalte el camino hacia el ascenso. Desde una columna vertebral consolidada y que marque las diferencias, se debe apuntalar el proyecto con incorporaciones que sean capaces de aportar en el complicado territorio por el que ha de moverse el Real Zaragoza.


A nadie le puede caber ninguna duda sobre cuál es objetivo imprescindible del cuadro aragonés. Esa idea debe estar grabada en todos los estamentos del club. Y, como punto de partida irrenunciable, en el técnico que tirará hacia adelante del proyecto.


Una plantilla competitiva y la convicción del ascenso deben ser los cimientos sobre los que se rehabilite, en el plano deportivo al menos, el Real Zaragoza. La cuestión institucional no está en manos de Paco Herrera y exige decisiones de mayor calado. Que también resultarán imprescindibles de abordar.