baloncesto

El Casademont Zaragoza completa la peor primera vuelta de su historia

El equipo aragonés alcanza el ecuador de la temporada con cuatro únicas victorias, lo que compromete su continuidad en la Liga Endesa. 

Porfirio Fisac, entrenador del Casademont Zaragoza, da instrucciones al base Marcel Ponitka.
Porfirio Fisac, entrenador del Casademont Zaragoza, da instrucciones al base Marcel Ponitka.
Toni Galán

El Casademont alcanzó el ecuador de la temporada en Valencia, el pasado domingo, y lo hizo con una contundente derrota que prolonga su agonía: ha completado la peor primera vuelta de su historia, lo que compromete drásticamente su continuidad en la máxima categoría nacional. El cuadro aragonés inició el curso de forma deficiente, con su silueta desfigurada, y claudicó en sus seis primeros compromisos oficiales; y aunque la llegada de Porfirio Fisac ha dotado al equipo de mayor solidez, constancia y disciplina, las victorias todavía se le resisten en cualquier escenario y ante cualquier rival. Contabiliza cuatro únicas victorias en los 17 encuentros disputados, y mantiene un solo triunfo de margen con los puestos de descenso a la Liga LEB.

El Casademont fue un bloque voluble, volátil e inconstante ya en las primeras jornadas, donde ya evidenció su impericia ofensiva y su facilidad para desencajarse ante las primeras adversidades. Perdió contra el Obradoiro en Santiago de Compostela, en la jornada inaugural, lastrado por su falta de puntería (76-73); y luego dobló la rodilla, prácticamente sin competir, en sus partidos ante el UCAM Murcia (64-81), el Gran Canaria (88-72) y el Baskonia (83-97). El club optó entonces por destituir al entrenador, Martin Schiller, para intentar rectificar la negativa trayectoria de un equipo que se encaminaba irremediablemente a la Liga LEB.

Así, se incorporó al banquillo Porfirio Fisac, el pasado 19 de octubre, y el equipo elevó su compromiso colectivo y su capacidad competitiva. Sin embargo, el Casademont cedió contra el Fuenlabrada (79-82), en el pabellón Príncipe Felipe, y contra el Joventut de Badalona (89-84), ya en la prórroga, en dos encuentros resueltos por detalles minúsculos. Posteriormente, los zaragozanos sumaron dos triunfos consecutivos para alimentar su autoestima: doblegaron, contra todo pronóstico al Real Madrid (94-89) en la séptima jornada, y superaron al Real Betis (67-83) en Sevilla.

El conjunto aragonés protagonizó después otro tramo adverso, especialmente improductivo, que se tradujo en una sola victoria en sus seis siguientes partidos. Tumbó al recién ascendido Granada (73-57), el pasado 10 de diciembre, pero cayó contra el Bilbao Basket (67-74), el Unicaja de Málaga (104-78), el Girona (78-69), el Barcelona (68-63) y el Breogán (88-90). Y en sus compromisos más recientes, los aragoneses ganaron en Manresa (65-72) a un rival directo en la lucha por la salvación; perdieron con el Lenovo Tenerife (83-87), en la prórroga, tras un notable desgaste que se quedó sin premio; y luego fueron permanentemente superados en Valencia, el pasado domingo (88-76).

En total, el Casademont ha facturado cuatro triunfos en 17 partidos, lo que se traduce en la peor primera vuelta de su historia. Anteriormente, su balance más negativo era de cinco victorias, un registro que había obtenido en tres ocasiones: en la temporada 2015-16, con una plantilla que comenzó el curso con Joaquín Ruiz Lorente como entrenador –fue reemplazado por Andreu Casadevall el 23 de noviembre de 2015–; en la temporada 2017-18, que inició con Jota Cuspinera en el banquillo y que finalizó con Pep Cargol; y en la temporada 2008-09, la de su estreno en la Liga ACB, que tuvo de técnicos a Curro Segura y a Alberto Angulo, y cuyo desenlace fue el descenso de categoría.

En el resto de sus actuaciones en la élite, los zaragozanos siempre alcanzaron el ecuador de la competición en una situación más placentera. Su primera mejor primera vuelta se produjo en la temporada 2019-20, con Porfirio Fisac de entrenador, cuando conquistó 12 triunfos –algunos de rango mayor– en los 17 primeros partidos de la competición regular. Ahora, sin embargo, el recorrido hacia la salvación se presenta arduo y sinuoso, con numerosos obstáculos que sortear.

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