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El Casademont Zaragoza despide tres días de intensa actividad en Benasque

El equipo de Martin Schiller ha llevado a cabo esta mañana el cuarto y último entrenamiento en el pabellón de la localidad oscense. La expedición regresa a Zaragoza después de comer y mañana disputa el tercer amistoso de la pretemporada.

La plantilla del Casademont Zaragoza, junto a los responsables del Sommos Hotel Aneto, este miércoles en la despedida de la concentración.
La plantilla del Casademont Zaragoza, junto a los responsables del Sommos Hotel Aneto, este miércoles en la despedida de la concentración.
B.Z

Más cohesionado como grupo y con los conceptos del nuevo técnico, Martin Schiller, cada vez más interiorizados. Así regresa este miércoles el Casademont Zaragoza a la capital aragonesa, después de cerrar tres días de intensa actividad en el Pirineo oscense. La localidad de Benasque, tradicional cuartel general en las pretemporadas del equipo, ha sido desde el domingo a última hora la “casa” de una plantilla muy renovada, caracterizada por una extraordinaria juventud, que esta próxima temporada aspira a escapar de los apuros clasificatorios sufridos el curso pasado.

El equipo ha hecho a última hora de la mañana las maletas después de llevar a cabo el cuarto y último entrenamiento. Una sesión de despedida más breve que la del martes, que se extendió durante más de dos horas y media, para poner el broche a un nuevo ‘stage’ en el Pirineo. Pasadas las 13.00, toda la expedición ha realizado la tradicional foto de familia a las puertas del Sommos Hotel Aneto junto a los responsables del complejo. De esta forma, toda la comitiva aragonesa, que ha obsequiado al establecimiento con una camiseta firmada por todos los jugadores, se despedía “agradecida” antes de poner rumbo a Zaragoza en el autocar del equipo. Un trayecto que se llevará a cabo nada más finalizar la comida en Benasque.

En total, el Casademont Zaragoza ha realizado cuatro sesiones de trabajo sobre el pabellón benasqués. El primer día, sin la presencia del técnico por un compromiso de la ACB en Madrid, la plantilla llevó a cabo una exigente doble carga de entrenamiento. Mañana y tarde de carreras, tiros, defensas… En definitiva, de adquirir un sinfín de nuevas ideas. La cuenta atrás para que arranque la nueva campaña ya está en marcha y el cuadro zaragozano es consciente de que no hay tiempo que perder.

El martes, ya con Schiller al frente, el técnico incidió en dos de los conceptos que quiere convertir en las señas de identidad del Casademont: el ritmo y la defensa. El austriaco quiere que la pelota corra, que el juego sea dinámico y que sus jugadores busquen de forma incesante el aro rival. Para ello, el entrenador, muy activo durante las sesiones de entrenamiento en Benasque, no deja de corregir en ningún momento a los suyos. Quiere pulir al máximo cualquier desajuste para que el equipo llegue en plenitud de facultades al primer compromiso de liga, que tendrá lugar el 29 de septiembre en la pista del Obradoiro.

Pero no todo ha sido baloncesto durante el pequeño ‘stage’ de Benasque. La plantilla y cuerpo técnico también han compartido pequeños espacios de ocio y entretenimiento para fortalecer los lazos entre ambas partes. Un proceso natural y necesario, especialmente cuando el Casademont cuenta este curso con una nómina de jugadores prácticamente nueva. De hecho, tan solo continúan del curso pasado Javi García, Triggvy Hlinason, Santi Yusta y Dino Radoncic (ausente este último por estar disputando el Campeonato de Europa).

Además de compartir ratos de descanso y distensión en el hotel de Benasque, la plantilla también realizó este martes por la tarde la ruta de los tres barrancos, una cómoda y agradable caminata circular que recorre de norte a sur la margen derecha del Ésera. Un río en cuyas frías aguas también se han sumergido los jugadores del Casademont. Como ya es habitual, los más valientes de la plantilla también han protagonizado este año las tradicionales imágenes posteriores a los entrenamientos, con las piernas completamente metidas en el río para favorecer la rápida recuperación muscular.

Sin tiempo que perder, los de Martin Schiller miran ya al futuro más inmediato. A largo plazo, el arranque de la competición doméstica. A corto, el tercer amistoso de la pretemporada, que llegará este jueves en Logroño. Después de superar en los dos primeros encuentros de preparación al Fuenlabrada (71-70) y al Granada (89-88), los aragoneses se miden mañana (20.15) al Baskonia en el Palacio de los Deportes de la localidad riojana.

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