El Casademont, a confirmar su buen arranque en Bilbao

Los aragoneses buscan su segundo triunfo seguido tras su notable estreno ante el Manresa ante un rival reforzado.

Javi García, Jaume Ponsarnau y Pep Cargol, en un entrenamiento de esta semana.
Javi García, Jaume Ponsarnau y Pep Cargol, en un entrenamiento de esta semana.
Oliver Duch

La naciente temporada de la ACB ha arrancado con la igualdad por bandera, con la mayoría de partidos resueltos por marcadores estrechos y con la sensación de que la clase media se ha igualado todavía más. Que apenas hay favoritos y que los favoritos -le pasó al Barcelona ante el Murcia y al Madrid frente a Burgos- van a tener que sudar para ganar en cualquier pabellón. En ese contexto de inicio de campeonato ajustado por arriba y por abajo, el Casademont Zaragoza visita esta tarde (19.00/Movistar Deportes) al Bilbao Basket, un adversario que rozó el triunfo ante Joventut (85-79) en su estreno y que presenta una plantilla mucho más competitiva y compensada que la del anterior curso cuando se acercó al descenso de categoría.

El objetivo del equipo que dirige Jaume Ponsarnau es enlazar la segunda victoria consecutiva de la ACB tras el notable estreno ante Baxi Manresa (98-91). El conjunto aragonés completó ante el equipo de Pedro Martínez un excelente partido cuando había ciertas dudas tras la irregular imagen que había dejado en el torneo de presentación ante su afición, el Memorial José Luis Abós, contra el Hereda San Pablo Burgos.

La puesta en escena del Casademont en la ACB fue notable, teniendo en cuenta las circunstancias físicas que acompañaron al equipo (jugaron entre algodones Rodrigo San Miguel y Stan Okoye) y el escaso periodo de adaptación que tuvieron el polaco Adam Waczynski y el turco Kenan Sipahi, tras las lesiones de Santi Yusta primero y de Omar Cook después. Sin embargo, y a pesar de que Waczynski apenas había tenido una semana de entrenamientos y de que Sipahi llegó subiéndose casi al tren del partido, el equipo de Jaume Ponsarnau ofreció una versión muy mejorada y la esperanza de que todavía tiene margen de crecimiento.

El equipo ganó ante los catalanes con un juego coral, con hasta cinco jugadores por encima de los diez puntos anotados y de valoración (Mobley, Okoye, McLean, Radoncic y el propio Waczynski). En este sentido, Ponsarnau está conformando un equipo generoso en defensa y no dependiente de un solo anotador en ataque.

Okoye llega tocado

El objetivo ante el conjunto vasco es, en este sentido, no bajar el nivel ofrecido en el primer partido y, si puede ser, aumentarlo para aspirar a un triunfo que reafirmaría a un conjunto en formación, con sus estructuras marcadas pero al que le falta el cemento que supone el paso del tiempo para una total conjunción entre todos los jugadores. El técnico del equipo aragonés, Jaume Ponsarnau, podrá contar para este encuentro con Rodrigo San Miguel en plenas condiciones, tras jugar contra el Manresa con problemas físicos, mientras que los sigue sufriendo el nigeriano Stan Okoye, una de las grandes apuestas de la dirección deportiva para esta campaña.

Para el Bilbao Basket, el encuentro de esta tarde supone el reencuentro con su afición casi once meses después de que se jugase por última vez con público en la cancha vizcaína. Ese último encuentro con afición en las gradas del Bilbao Arena fue de Liga de Campeones ante el Pinar Karsiyaka turco el 27 de octubre de 2020. Aunque, ya con severas restricciones sanitarias por la pandemia, apenas pudieron presenciarlo 307 aficionados. Hoy ya podrán ser hasta 4.000, el 40% del aforo, los que puedan acudir a animar a su equipo. Entre ellos todos sus abonados. El pívot dominicano Ángel Delgado, el lituano Miniotas y el alero francés Valentin Bigote son tres de las principales amenazas de los vascos. 

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