baloncesto

El Casademont consuma su primera victoria ante el Manresa (98-91)

El rendimiento de todo el bloque local fue clave para que hasta cinco jugadores estuvieran por encima de los diez puntos anotados.

Los resultados de pretemporada no dejan de ser como esas frases que escribimos con el dedo o el palito de un helado sobre la arena de la playa. Pasajes, sentimientos, sensaciones efímeras que la próxima marea borrará. Los resultados de los partidos oficiales, por contra, no se escriben sobre la arena con el dedo o el palito de un helado. Los resultados oficiales se esculpen con cincel sobre piedra. Quedan ahí para siempre. Hace una semana el Casademont se presentó ante su público dejando un montón de dudas ante el Burgos. Ese pretérito inmediato ya no existe. Lo borró ayer el Casademont y su Marea Roja en un notable inicio de la Liga Endesa ACB, con una victoria convincente en fondo y forma. El rival, el Manresa, eleva el mérito aragonés. Buen equipo y la sensible mano de un entrenador detrás, Pedro Martínez. Venían de ganar la Liga Catalana al Barça de Jasikevicius. Torneo de prestigio y rival de postín, pero no dejaba de ser pretemporada... Pasado. El presente lo encarnó ayer el Casademont Zaragoza, que regresó a lo grande en partido oficial ante su público, avituallándose de moral y razones para creer en el nuevo proyecto.

Le costó entrar en el partido al Casademont, con un cinco madre en el que movía Javi García, con Mobley y Waczynski por fuera, y Vanwijn y Hlinasson cerca del aro. Hasta el minuto 3 no llegó la primera canasta aragonesa, tras cinco errores en un aro rival bien guardado por Bako y Moneke, dos jugadores que darán que hablar en la ACB. Enfrente, el Manresa jugaba con la serenidad de Dani Pérez y la muñeca del francés Sylvain Francisco. Dos canastas en acciones aisladas de Javi García constituían la escuálida anotación local al paso por el minuto 5. El Manresa, que había tomado la salida en quinta, amenazaba con fugarse (4-13). Jaume Ponsarnau, muy ágil ayer en las rotaciones, sacó a la arena a Okoye y San Miguel. Dejó de anotar Javi García, pero comenzó a producir el resto: Waczynski, Mc Lean y, sobre todo, Okoye, que volteó el resultado con un triple para clausurar el primer cuarto en ventaja (22-20).

Okoye inicio el segundo cuarto de la misma forma que acabó el primero, con un triple. Se activó Jamel Mc Lean, espléndido en la finalización tras rebote en ataque. La irrupción desde el banquillo de Dino Radoncic estableció la primera ruptura sensible (32-21). Al Casademont le entraba todo. Hasta Font metía de tres desde la esquina (41-31). El Manresa había perdido solvencia bajo el aro. Solo lo alimentaban Guillem Jou y los triples de Thomasson y Francisco (41-36). La amenaza la detuvo un sensacional Waczynski, que, con cuatro canastas consecutivas antes de pasar por el vestuario, mantuvo al Casademont elevado sobre un Manresa que nunca capituló (47-41). Apenas llevaba cuatro entrenamientos Waczynski, y su muñeca hacía buenos todos los esquemas de Ponsarnau. Y luego hablamos de la validez de las pretemporadas... Los malos siempre suelen ser malos. Los buenos siempre suelen ser buenos. Y Waczynski es muy bueno...

De vuelta de la caseta, el Casademont le comió la tostada al Manresa debajo del aro. Lo metían todo los manresanos, pero los locales anotaban donde más duele: tras rebotear en ataque. Mc Lean se estaba poniendo las botas. En el día en que Hlinasson volvió a decir que no, Mc Lean evidenció que ahí hay pívot. Mobley y Okoye aparecieron desde la periferia. El aporte de Dino Radoncic, otro que ayer dijo presente, le permitió llegar al Casademont con una sustancial ventaja en la última meta volante (76-65).

Bako abanderó la última intentona del Manresa. Waczynski, definitivamente imperial en el arranque del último acto, estiró de nuevo la renta recortada por Bako (82-72). Junto a Mc Lean, era el soporte de un Casademont acosado desde el triple por Rafa Martínez y Sylvain Francisco. A solo cuatro puntos llegaron a situarse las piezas movidas con sabiduría por Pedro Martínez (84-80). En el momento procesal del careo emergieron Mc Lean y Mobley para abrochar definitivamente una victoria de mérito (92-81). No es un triunfo escrito con el dedo o el palito de un helado sobre la arena. Es un triunfo cincelado sobre la durísima piedra del Manresa. Triunfo que evidencia que, más allá de Javi García, intrascendente ayer, o Hlinasson, que sigue en la inopia, el Casademont ha reunido un notable grupo de jugadores que ayer supieron jugar bastante bien al baloncesto. Solo es el primer paso. Pero todo camino comienza por un primer paso. Y ayer lo supo dar el Casademont Zaragoza con convincente firmeza.

Ficha técnica

98 - Casademont Zaragoza (22+25+29+22): Javi García (6), Mobley (17), Waczynski (17), Vanwijn (4), Hlinason (-) -cinco inicial- San Miguel (5), Okoye (16), McLean (15), Randondic (11), Vilà (-), Font (5) y Sipahi (2).

91 - Baxi Manresa (20+21+24+26): Dani Pérez (9), Thomasson (11), Berzins (-), Moneke (15), Bako (10) -cinco inicial- Francisco (24), Jou (6), Steinbergs (2), Rafa Martínez (13), Valtonen (-), Maye (-) y Sima (1).

Arbitros: Cortés, Sánchez Sixto y Fernández Carretero. Excluyeron por personales a Maye (m.40).

Incidencias: partido correspondiente a la primera jornada de Liga disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 3.717 espectadores.

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