baloncesto

El más difícil todavía para el Casademont Zaragoza en el Palau Blaugrana

Tras casi un mes de inactividad, los de Porfirio Fisac se miden esta tarde (18.30) al Barça de Grimau

Los inverosímiles triples de McFadden fueron determinantes en el partido de ida.
Los inverosímiles triples de McFadden fueron determinantes en el partido de ida.
Oliver Duch

Después de unas semanas de parón, el Casademont Zaragoza de Porfirio Fisac regresa a la competición con un reto mayúsculo: esta tarde (18.30) se enfrenta en el Palau Blaugrana al todopoderoso Barça. Aunque los rojillos obtuvieron una brillante victoria en el partido de ida (aquel 101-99 con una penetración ‘in extremis’ de Trae Bell-Haynes), repetir el milagro se antoja casi imposible y los catalanes parten como claros favoritos, gracias a una plantilla repleta de estrellas, a las que acaban de sumar –además– el regreso del base internacional Ricky Rubio.

Porfirio Fisac ya advirtió tras el entrenamiento del viernes que para ganar al Barça no basta sólo con hacerlo todo bien, sino que también hay que conseguir que ellos no tengan su día ni estén acertados. Los de Roger Grimau no lo estuvieron este viernes en su partido de Euroliga contra el Mónaco, y cayeron derrotados por 67-77 fallando muchísimos tiros liberados, con lo que aspiran a hacer hoy propósito de enmienda y demostrar ante su hinchada que su poderío ofensivo es mucho mayor que el mostrado en la competición europea.

Ganar en el Palau es siempre una misión harto complicada y, de hecho, las visitas zaragozanas se cuentan por derrotas, a excepción de la ya lejana temporada 2010-11, con una canasta de Sam Van Rossom en el último segundo de la prórroga que rebotó un par de veces en el aro antes de entrar. Es cierto que en el Príncipe Felipe se vive otro cuento y Casademont se ha impuesto en tres de los cuatro últimos encuentros disputados, pero en tierras catalanas la moneda parece que siempre cae cruz.

El conjunto zaragozano tendrá, al menos, que mostrarse competitivo y plantar batalla a un Barcelona que ocupa el tercer puesto en la tabla, con más derrotas de las esperadas a estas alturas de temporada: su balance es de 15-7, y se ve acechado con el Gran Canaria. Por su parte, los de Fisac (9-13) no atraviesan una buena racha (en los últimos cinco encuentros Casademont sólo ha sumado la victoria frente al Río Breogán) y comienzan hoy un complicadísimo mes de marzo con cuatro partidos fuera de casa.

La buena noticia es que Fisac vuelve a tener disponible a Rati Andronikashvili tras su lesión de rodilla y, aunque el base georgiano aún no está al 100%, sí puede permitir una variante táctica que lleve a Bell-Haynes a jugar más minutos como escolta. El que no está aún recuperado y sigue siendo baja es el máximo anotador del equipo, Mark Smith, a quien aún aguardan un par de semanas para su ansiada reaparición. Fisac explicó el viernes que para sacar la victoria del Palau «es necesita hacer un partido de diez» y «jugar a un límite físico y de acierto perfectos». 

Casademont tendrá que controlar sus numerosas pérdidas de balón y ser incisivo en defensa, habida cuenta de que el Barcelona cuenta con grandes tiradores como Álex Abrines y es el equipo con mejor porcentaje de 6,75 del campeonato (un 41,63%). Willy Hernangómez está cuajando una gran temporada (es el cuarto jugador más valorado de la liga) y Jabari Parker tiene muchos altibajos, pero cuando le sale un día bueno... es imparable.

Todos los ojos puestos en la vuelta de Ricky Rubio

El base del Barça Ricky Rubio podría reaparecer este domingo en la Liga Endesa, trece años después de su marcha a la NBA. Tras más de medio año alejado de las pistas para recuperarse de sus problemas de salud mental, el jugador catalán regresó el 22 de febrero, precisamente en Zaragoza, en la derrota de España frente a Letonia (75-79). Fue el paso previo a su reestreno con el Barça, donde ya militó entre 2009 y 2011, que se produjo el viernes en la derrota contra el Mónaco (67-77). Rubio disputó 11 minutos, en los que anotó cinco puntos, capturó dos rebotes y repartió una asistencia. 

Después del partido, admitió que a día de hoy no puede «jugar muchos minutos» tras seis meses de inactividad, pero declaró que espera volver «a la normalidad» en «un par o tres de semanas». El entrenador Roger Grimau reiteró que «hay que ir poco a poco» con su adaptación. Salvo contratiempo de última hora, Grimau vuelve a tener hoy a los 14 jugadores de la primera plantilla a su disposición, por lo que deberá hacer dos descartes: en el último encuentro fueron Joel Parra y Oriol Paulí. 

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