Actividad física y ejercicio físico no son sinónimos: ¿qué significa cada uno?

Hay que huir de la vida sedentaria y tener ritmos activos que reporten beneficios al cuerpo y la salud. La OMS recomienda practicar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana. Pero, ¿qué es la actividad física? ¿Es lo mismo que practicar deporte? ¿Y el ejercicio? Conocer y descifrar todos estos conceptos nos puede ayudar a identificar la cantidad de ejercicio física que efectivamente practicamos, a elaborar listados de objetivos deportivos y a calcular, en resumen, nuestra salud y nuestros hábitos de vida saludables. 

La actividad física, según la OMS, es cualquier actividad o movimiento producido por el sistema musculo-esquelético y que conlleva un consumo de energía. Por ejemplo, caminar en vez de coger el autobús, dar paseos, moverse en casa o limpiar. Cualquier tipo de movimiento del cuerpo puede ayudar a aumentar el gasto calórico y, por lo tanto, ser un hábito rutinario que nos ayude a estar más sanos e incluso a adelgazar. Pasar de ir en coche al trabajo a hacerlo caminando todos los días no se considera deporte, pero sí es una actividad física que reportará enormes beneficios. 

Por otro lado, el ejercicio físico es una actividad física planeada, organizada y con una serie de características concretas. Aquí sí estaríamos hablando de salir a correr, entrenar en el gimnasio o ir a zumba o a alguna clase dirigida. Con este otro tipo de ejercicio se consiguen no solo quemar calorías, sino diferentes objetivos tanto de rendimiento deportivo como estéticos.

La correcta combinación de ambas prácticas aleja las rutinas sedentarias y mejora la calidad de vida. Está muy bien practicar ejercicio de manera regular pero lo más indicado es incluir también actividades cotidianas como sustituir los desplazamientos en vehículo a motor por a pie y en bici y evitar estar sentado la mayor parte del día.

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