ciclismo

Martí Vigo vive en Eslovenia su bautismo de fuego como ciclista profesional

El exesquiador olímpico compite este domingo en el GP Slovenian Istria con su equipo, el Androni Giocattoli Sidermac una vez superada una lesión en la mano derecha.

Martí Vigo, en un entrenamiento.
Martí Vigo, en un entrenamiento.
Martí Vigo

Llegó el gran día para Martí Vigo, un redebut para el que ya era un deportista de primera línea. El que llegase a ser olímpico en los Juegos de Pieonchang en 2018 dentro de la modalidad de esquí de fondo dará este domingo sus primeras pedaladas como ciclista profesional en el GP Slovenian Istria como miembro del equipo Androni Giocattoli Sidermac, un UCI Pro Team especializado en la formación de jóvenes perlas que se decidió por ofrecerle un contrato con solo dos carreras amateurs como bagaje, entre ellas el Campeonato de Aragón que ya luce en su palmarés.

“Esta temporada ya no solo va a ser mi primera experiencia como profesional, sino también mi primera carrera, la gente llegará más rodada, por lo que me planteó es coger ritmo”, afirma el deportista de 23 años natural de Sesué, población del Valle de Benasque, convencido de que va a vivir “una buena experiencia”.

Su preparación hasta llegar a la línea de salida no ha sido fácil. En un primer momento su estreno estaba previsto que se produjese a finales de 2020 en Argentina dentro de la Vuelta a San Juan. Sin embargo, pocos días antes de partir, mientras entrenaba en la provincia de Tarragona, dónde ha establecido su base de operaciones, sufrió una caída en la que se fracturó el quinto metacarpiano de la mano derecha que le obligó a pasar por el quirófano. “Con las lesiones llegó un poco justo”, reconoce, lo que no le resta ilusión al reto.

La GP Slovenian Istria es una prueba de un día con siete ediciones a sus espaldas. Con llegada y salida en la ciudad de Izola consta de 156,5 kilómetros y está incluida en el calendario de la UCI

A finales de 2019 Vigo decidió colgar los esquís, en principio de forma temporal con la idea de tomarse un respiro tras varios años centrado en la alta competición y con el fin de centrarse en sus estudios de fisioterapia. El parón no significó, no obstante, el abandono total de la práctica deportiva y así, para mantenerse en forma, se centró en la práctica del ciclismo con la meta de participar en la Quebrantahuesos y de acompañar a su pareja, la aranesa Lydia Iglesias, que ha recorrido el mismo camino desde el esquí hacia la bicicleta.

La suspensión de la cicloturista por la covid-19 le privó de esa experiencia, pero aún así el gusanillo le había picado y en ello tuvo que ver Sergio Samitier, el barbastrense del Movistar, que tras hacer series con él le dijo que probase en competición. Se inscribió para la primera prueba de ciclismo en ruta disputada en Aragón tras la declaración de la pandemia, celebrada en la Sierra de Guara en septiembre, siendo el sexto de la general dentro de un pelotón con algunos de los nombres más destacados de las categorías élite y sub-23. El logro conllevó el título de campeón autonómico y una invitación del Telcom navarro para participar con ellos en el prestigioso Memorial Valenciaga, volvió a destacar siendo 13º.

Patxi Vila, responsable de rendimiento en el Movistar, le sometió a continuación a unas pruebas, los resultados llegaron a Gianni Savio director deportivo del Androni Giocattoli Sidermac y éste no dudó en ficharlo por dos temporadas. A falta de verlo en acción, ha dado muestras de rendir especialmente bien en el terreno de montaña y media montaña.

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