Hacienda aún no aprueba el nuevo plan de pagos

Para mañana está prevista en Madrid la reunión que puede ser definitiva en este capítulo

Luis Gamón, durante el acto de presentación de los nuevos accionistas del Real Zaragoza.
Luis Gamón, durante el acto de presentación de los nuevos accionistas del Real Zaragoza

Los nuevos propietarios del Real Zaragoza mantienen la esperanza de llegar en breve a un acuerdo con la Hacienda Pública acerca del nuevo plan de pagos de la deuda tributaria que arrastra la sociedad anónima deportiva aragonesa, y que en su globalidad se sitúa en torno a los 30 millones de euros.


Para mañana está fijada en Madrid la reunión que a su juicio puede ser determinante en este asunto, que, a su vez, se presenta como llave necesaria para cualquier intento de viabilidad del club.


Javier Lasheras, nuevo accionista de referencia del Real Zaragoza, se desplazó en la mañana de ayer a la capital de España para seguir adelante en la negociación de los términos del convenio que propone a los técnicos del Ministerio de Hacienda.


De manera inmediata, el Real Zaragoza debe pagar alrededor de 4 millones de euros a las arcas públicas, por deudas correspondientes a la temporada que acaba de cerrarse de manera oficial. 3,5 millones corresponden al aplazamiento que pactó el pasado verano Jesús García Pitarch, a los pocos días de ser nombrado director general del Real Zaragoza.


En el último trimestre de este año, el club deberá hacer frente, además, a otro pago relevante, de aproximadamente 1,5 millones, después de que la sociedad anónima deportiva y Hacienda hayan mantenido discrepancias durante meses sobre determinadas tributaciones.


Queda por tratar, por otro lado, el modo en que el club hace frente a los cinco millones de euros que debe ingresar en Hacienda cada año, fruto del convenio que firmó en su día Agapito Iglesias con la Agencia Tributaria para resolver una deuda que ascendía en su momento a 40 millones de euros en términos redondos.


En Segunda División, al Real Zaragoza se le hace imposible cumplir con este compromiso, habida cuenta de que sus ingresos ordinarios en esta categoría están situados en torno a los 5 millones de euros, cantidad con la que debe atender la totalidad de los gastos corrientes: pagos a ejecutivos, plantilla de jugadores, cuerpo técnico, servicios médicos, personal administrativo, personal de la Ciudad Deportiva y otros.


En este sentido, el Real Zaragoza propone a Hacienda la cesión de sus derechos de televisión mientras se encuentre en Segunda División (2 millones de euros) y la cesión de idénticos derechos en el primer año de su regreso a Primera (25 millones de euros, según los términos del contrato que tiene firmado con Canal+).


Durante los dos primeros años de vigencia del convenio firmado por Agapito Iglesias con Hacienda, el Real Zaragoza no tuvo problema para cumplir con sus debes, al estar en Primera División. Durante esos dos ejercicios pagó puntualmente, reduciendo los adeudos a la Hacienda Pública en 10 millones de euros. El descenso a Segunda División truncó el orden de pagos del club. Ahora, con el equipo ubicado de nuevo en la categoría de plata del fútbol español, se reproduce el problema. Sólo cambian algunos protagonistas: los responsables del Real Zaragoza.


Sin un acuerdo con la Agencia Tributaria no existe solución posible para el club, como tampoco la hay para que la nueva propiedad pueda transmitir su paquete accionarial al grupo inversor mexicano con el que tiene firmado un preacuerdo de compraventa.

Según señalaron ayer los nuevos accionistas mayoritarios del Real Zaragoza, representantes del grupo inversor azteca ya se encuentran en la capital de España, a la espera de que mañana Hacienda dé su visto bueno al plan de pagos, para a partir de ahí convertir el preacuerdo de compra del Real Zaragoza en un acuerdo firme, que despliegue todos sus efectos jurídicos.


Antes de llegar a ese punto, los nuevos accionistas mayoritarios de la entidad quieren comprobar hoy en Ibercaja, en su oficina principal, las garantías de pago del inversor paquistaní Kadir Sheikh, cuya entrada en el capital social no está descartada.