Piden ocho años de prisión para un joven denunciado por violación en el exterior de una discoteca de Zaragoza

La Fiscalía y la acusación particular piden para él 8 años de prisión y el pago de 12.000 euros en concepto de daños y perjuicios morales. S. M. se ha sentado esta semana en el banquillo de la Audiencia Provincial de Zaragoza como acusado de la violación en la zona exterior de la discoteca Supernova de una joven que entonces era menor de edad.

Ocurrió en la madrugada del 22 de enero del año pasado y en el esclarecimiento de los hechos la intervención de los empleados de seguridad de la discoteca resultó clave para arrestar al presunto violador. La víctima, que entonces tenía 17 años, coincidió en el interior del local con S. M, de 20 años. Entablaron conversación y posteriormente salieron al exterior donde el acusado, según manifestó la joven, se la llevó a un lugar apartado para agredirla sexualmente a pesar de que ella le dejó claro que no quería mantener relaciones. Opuso resistencia física y lo amenazó con denunciarle.

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Antes de alejarse con ella, S. M. había había llamado por teléfono a un amigo al que explicó dónde iba a ir. Parte de la conversación, frases como “¿Dónde estás? ¿Bajo a ayudarte o puedes solo?”, fue escuchada por el encargado de seguridad de la discoteca, que sospechó lo que podía estar ocurriendo y envió a otro trabajador para que echase un vistazo en la parte trasera del complejo, cerca de la orilla del Ebro.

Poco después, el jefe de seguridad vio a la joven caminando hacia la entrada de la Supernova mientras se colocaba la ropa. La introdujo dentro del local y ella le confesó que había sido violada. Ante esto ordenó al resto del personal de seguridad que retuviesen a S. M. y su acompañante, que se encontraban fuera y que echaron a correr. Fueron alcanzados y custodiados hasta que una dotación de la Policía Local se hizo cargo de ellos. Los agentes los llevaron a la discoteca y en ella la joven identificó al agresor.

La menor fue trasladada al hospital y S. M. y su compañero fueron detenidos. Posteriormente, S. M. fue enviado a prisión provisional, mientras que el amigo, acusado inicialmente como colaborador, fue finalmente apartado del proceso al considerarse que no tuvo intervención alguna en la agresión.

La defensa de S.M., asumida por la abogada Marina Ons, pide la absolución y alternativamente cuatro años de prisión en aplicación del artículo 179.1 del Código Penal que comprende las agresiones sexuales sin violencia ni intimidación.