agresiones

El personal de seguridad de una discoteca ayudó a la última víctima de violación

La ayuda fue crucial en el último caso denunciado para detener al presunto agresor y al amigo que lo acompañaba

Los hechos se produjeron a las puertas de la discoteca Supernova.
Los hechos se produjeron a las puertas de la discoteca Supernova.
| FRANCISCO JIMENEZ PHOTOGRAPHY

La predisposición del personal que trabaja en bares y discotecas es clave para evitar agresiones sexuales o prestar la primera ayuda a las víctimas, cuando, desgraciadamente, ya se han producido. En el último caso denunciado en Zaragoza en un contexto de ambiente de ocio, en concreto en la discoteca Supernova, la intervención de los empleados de seguridad fue clave para arrestar al presunto autor de una presunta violación.

Ocurrió en la madrugada del domingo 24 de enero. El encargado de seguridad sospechó de un joven que hablaba por teléfono con otro y le preguntaba: "¿Dónde estás? ¿Bajo a ayudarte o puedes solo?". Al ver que acto seguido el chico se dirigía hacia la parte trasera del establecimiento, a la orilla del Ebro, decidió enviar a otro trabajador para que echara un vistazo y comprobara si estaba pasando algo. El jefe de seguridad observó que, poco después, los dos chicos se dirigían hacia el puente de La Almozara y la joven subía la rampa del complejo Aura bajándose el vestido y poniéndose la cazadora.

Tal y como ratificó este jueves el encargado ante la juez del caso, los dos jóvenes, al ver que la muchacha volvía a la discoteca, decidieron acercarse de nuevo a ella para mantener una conversación. Esta conducta le resultó nuevamente sospechosa y, ante la posibilidad de que le hubiesen hecho algo, optó por mandar a un vigilante al lugar para que llevara a la chica hasta la puerta y poder hablar con ella. Una vez dentro y mientras los dos varones se quedaban fuera intentando entrar de nuevo a la discoteca, el encargado se entrevistó con la muchacha y esta le dijo que había sido agredida sexualmente.

Ante estas afirmaciones, ordenó al personal de seguridad que retuviera a los dos jóvenes, pero, al salir a buscarlos, comprobaron que habían abandonado el lugar y se marchaban corriendo por el puente de La Almozara. Los vigilantes fueron tras ellos y les dieron alcance a la mitad del mismo, donde fueron retenidos hasta que llegó una dotación de la Policía Local que se hizo cargo de ellos. Los agentes los llevaron hasta la discoteca, donde la joven identificó al que presuntamente la había violado.

La chica fue trasladada al Hospital para ser asistida y el presunto agresor y su amigo fueron detenidos. El primero fue enviado a prisión provisional de forma preventiva mientras que el segundo quedó en libertad investigado por los mismos hechos. Su abogado, Cristian Monclús, ha pedido a la juez el archivo del asunto alegando que, con independencia de lo que finalmente se determine que ocurrió en el exterior, su cliente no tuvo participación en los hechos ni dominio de los mismos. Además, en las cámaras de seguridad han quedado registrados sus movimientos y él solo salió del recinto el tiempo que fue presenciado por los trabajadores del local. 

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