Medio centenar de bares de Zaragoza sigue protocolos semejantes a los del 'caso Alves'

El Ayuntamiento de Zaragoza instruye a los responsables de bares y discotecas sobre cómo actuar en el caso de una denuncia de agresión sexual.

Mensajes contra la violencia machista en las fiestas del Pilar.
Mensajes contra la violencia machista en las fiestas del Pilar.
Heraldo

Prestar atención inmediata a la víctima, avisar al responsable de la sala, acompañar a quien ha sido agredida a un espacio habilitado en el que pueda estar tranquila y no dudar de su palabra. Estos son a grandes rasgos los primeros pasos que hay que dar en el caso de una denuncia de violencia sexista. Después habría que llamar al teléfono 900 504 405 que funciona las 24 horas en Aragón y, dado el caso, si lo que se detecta es una agresión sexual -esto es, un delito- “solicitar la asistencia de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado”.

En Barcelona este protocolo se llama ‘No callamos’ y fue el que se aplicó en la discoteca Summit en el caso de la presunta violación del futbolista Dani Alves. En Zaragoza la guía de actuación es consecuencia de las campañas del ‘No es no’ y, como en la capital condal, funciona desde el año 2018. En realidad, en casi todas las ciudades del país existen protocolos semejantes, si bien algunas se preocupan más por formar al personal de los bares y discotecas, cuya adhesión a estas campañas no deja de ser voluntaria. "Lo más importante es hacer ver a la víctima que va a estar acompañada en todo momento hasta que pueda abandonar el establecimiento de forma segura", explican fuentes municipales.

En Aragón fue en 2017, sobre todos tras el caso de ‘la manada’, cuando se multiplicaron los esfuerzos en crear zonas seguras y puntos violetas bajo la filosofía de ‘Tolerancia cero con las agresiones sexuales’. Se ideó, principalmente, para los espacios de fiestas (plaza del Pilar, recinto ferial de Valdespartera, Espacio Zity…) pero no se tardó en incluir a establecimientos -bares, discotecas y peñas- que se sumaron al protocolo municipal. En la actualidad son cerca de 50, entre los que figuran La Casa del Loco o la Sala Oasis, pero "se va a relanzar la campaña para que se adhieran nuevos bares", dicen desde el Ayuntamiento. 

Algunos de los rótulos que ha diseñado el Ayuntamiento.
Algunos de los rótulos que ha diseñado el Ayuntamiento.
Heraldo

En estos locales, que están identificados en sus accesos y en su interior como “espacios comprometidos contra las agresiones sexistas”, el personal también cuenta con una formación de base y está atento a, por ejemplo, cuando una joven parece sufrir una crisis de ansiedad. El protocolo se estableció con la colaboración de las asociaciones del sector: las salas de Aragón en Vivo, la Asociación provincial de empresarios de salas de fiesta y discotecas, la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza y Horeca. En las paredes de muchos bares hay carteles, amarillos y negros, con lemas como 'No a los que invaden tu espacio', 'No a quienes te cosifican' y 'No a quienes no aceptan los límites'.

Ante la persona agresora, lo que determina el protocolo zaragozano es “invitarle a abandonar el local”, “obligarle si persiste” y “según la gravedad de lo sucedido, tratar de identificar y/o retener al agresor hasta que llegue la Policía.

También desde la DGA

A estas instrucciones se suman las que brinda el Instituto Aragonés de la Mujer a todos los municipios de la comunidad en una guía que funciona “como principio fundamental de actuación” para atender y proteger a las víctimas. ¿Qué dice el texto? Se debe “dar prioridad a la atención a las víctimas para evitar las situaciones de vulnerabilidad”. También es preciso “atender su estado emocional y físico, así como respetar sus tiempos”.

En lo concreto, se recomienda acompañar a la víctima a una estancia habilitada para ello, ofreciéndole también la posibilidad de que la acompañen sus amigos o acompañantes. “Lo más importante es respetar lo que quiera hacer”, indica el protocolo, que señala que en el caso de “necesitar atención especializada de carácter médico, legal y/o asistencial policial, se le puede proporcionar activando llamando al teléfono 900 504 405.

Se trata de un servicio para la atención 24 horas 365 días a mujeres que sufren violencia y desde ahí se recopilará la información de lo sucedido y se ofrecerá una primera atención psicosocial. En este servicio se analiza el incidente y se moviliza, si se valora necesario, a los servicios presenciales de atención jurídica y social de guardia, que se desplazarán al lugar donde se encuentre la víctima. Lo siguiente sería solicitar la asistencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local), tanto si quiere denunciar como si no. “En caso de riesgo inminente se movilizará siempre”, apunta la guía de la DGA.

Otros consejos que se señalan para tener una correcta actitud ante una víctima es mantener la calma y abordar el tema con serenidad, escuchar con atención e interés lo ocurrido, mostrar comprensión y “asegúrarle que no es culpa suya: no hay excusa válida para atropellar la dignidad de una persona”.

No conviene mostrar una actitud morbosa (interesándose por detalles del suceso que la víctima prefiere no comentar) ni adoptar una actitud sobreprotectora que “limite su capacidad de decisión”. Por supuesto, nunca hay que juzgar su comportamiento porque la víctima nunca es responsable de su agresión.

Todas estas guías de actuación están basadas en un protocolo internacional que se conoce como ‘Ask for Angela’. Se llama así porque existe un código internacional por el que si alguien se acerca a la barra de un bar y pregunta por Ángela viene a significar que está en apuros pero no quiere levantar sospechas. En la actualidad, el Ministerio de Igualdad está trabajando con la patronal del ocio nocturno para poder establecer una pauta global y a nivel nacional.

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