Esta es la pastelería más antigua de Zaragoza: estilo neoegipcio por dentro y por fuera

Este establecimiento fundado en 1856 está situado en pleno Casco Histórico de la capital aragonesa y, junto a su recetario original, conserva su decoración de mediados de siglo XIX.

Detalle de la pastelería Fantoba en Zaragoza, un precioso establecimiento con una historia de 166 años
Detalle de la pastelería Fantoba en Zaragoza, un precioso establecimiento con una historia de 166 años
Ayto. Zaragoza

Atravesar la puerta de este establecimiento es volver a la infancia para muchos aragoneses y visitantes. Esta pastelería ubicada en la calle de Don Jaime 1, 21, de Zaragoza, fue diseñada por el arquitecto Ricardo Magdalena y para su construcción no se reparó en gastos. Inaugurada en 1856, según se puede leer en su página web, es la pastelería más antigua de Zaragoza.

Pasar por delante del ornado escaparate de la pastelería Fantoba repleto de tartas, bombones y dulces típicos no deja a nadie indiferente a nadie en cualquier época del año. Su dueña, Ivana Molina, adquirió la propiedad del negocio hace 25 años a las hermanas Angelita y Carmen "descendientes de la familia Fantoba". Ella, junto a un equipo de 15 personas, trabaja de 10.00 a 22.00 todos los días del año para ofrecer sus recetas originales de la familia.

El mobiliario de la confitería conserva piezas originales del estilo neoegipcio que ideó Magdalena para este local, como las estanterías de roble o la decoración floral de sus azulejos, que también se puede ver en los detalles de las columnas de la fachada. En su construcción participaron los talleres de carpintería de Ezequiel González e hijos, el más reputado de Zaragoza, así como el taller de cristalería La Veneciana, de Basilio Paraíso, y los señores Mallat y Navarro. Completaban la decoración tarros para confites traídos de París y el reloj del antiguo café San Pedro, que aún preside la pastelería.

Los 168 años que han pasado desde la inauguración de Fantoba no han transformado apenas el aspecto de la confitería ni por fuera ni por dentro.

Algunas especialidades de la pastelería Fantoba de Zaragoza: de los merengues a los guirlaches

En su interior se guarda "bajo llave" una joya 'escondida', el recetario original de los hermanos Fantoba que se sigue utilizando para elaborar las especialidades que endulzan las celebraciones de los zaragozanos. La Flor de Almíbar, es el postre que dio nombre a la confitería, en su origen, dejó de elaborarse hace muchos años, pero todavía se puede ver en el toldo y en su página web. Ahora son más de 1.500 productos los que elaboran para contentar a sus clientes. Algunos con mucho éxito, como los merengues y sus guirlaches, que son únicos. También preparan huesos de santo, turrones artesanos y roscones, así como frutas de Aragón o tarta de yema. 

Algunos de los productos se pueden comprar también 'online'. Y es que lo antiguo y tradicional no está reñido con las nuevas tecnologías. Así, quienes no viven en la ciudad y no pueden pasar sin los exquisitos dulces de Fantoba se pueden hacer con ellos a través de su web. Se realizan envíos a toda España, excepto a las islas, y los pedidos también se pueden recoger en el local.

Fantoba es una de las pastelerías con más solera no solo de Zaragoza, sino de Aragón y de toda España, además de una de las más bonitas por dentro y por fuera.

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