urbanismo
8 millones y 7 meses de obras para empezar a convertir el Huerva en un gran paseo verde de Zaragoza
El Ayuntamiento saca a exposición pública el proyecto. Las primeras actuaciones se centrarán en la limpieza, la creación de un tanque de tormentas, la renovación de colectores y la apertura de accesos.
El mayor proceso de transformación de la ciudad. Que permitirá saldar una deuda histórica con todos los vecinos y crear un valioso legado medioambiental para las próximas generaciones. El Ayuntamiento quiere que la recuperación de la ribera del Huerva se convierta en uno de los grandes proyectos urbanísticos de este mandato, uno de esos que "se estudiarán en el futuro", según ha defendido la alcaldesa, Natalia Chueca, porque asegura que supondrá "un antes y un después" en la fisionomía de Zaragoza.
La primera fase de las obras, que supondrá una inversión superior a los 7,8 millones de euros, saldrá en los próximos días a exposición pública, tanto en los canales habituales del Consistorio como en los de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). El objetivo es que los trabajos estén terminados en abril del próximo año para comenzar inmediatamente con la siguiente y que el nuevo parque fluvial esté a disposición de los ciudadanos "lo antes posible". "Esperemos que antes de que acabe 2026 esté acabado todo", ha concretado la regidora.
Los trabajos comenzarán en el segundo semestre de 2024 y se centrarán en la ejecución de un tanque de tormentas, ubicado en la zona de los antiguos viveros Sopesens, y la renovación de los colectores de saneamiento en varios tramos de la margen derecha. También se llevarán a cabo las actuaciones necesarias para garantizar la seguridad y estabilidad de los muros, se harán tratamientos de saneamiento y recuperación de la ribera eliminando las especies invasoras como el alianto -un árbol de crecimiento rápido y muy propicio para insectos dañinos-, y se habilitarán los accesos de obra.
Las actuaciones se harán de manera simultánea y progresiva y abarcarán una superficie de unos 80.000 metros cuadrados. La obra proyecta licitar 2 lotes de ejecución, cuyo alcance coincide respectivamente con el de las dos convocatorias de la Fundación Biodiversidad dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea, en las que se han logrado subvenciones de cerca de 5 millones de euros. A ello hay que sumar, además, las aportaciones de hasta 20 millones que hará el Gobierno de Aragón.
El objetivo es integrar en el urbanismo de Zaragoza una zona a la que hasta ahora se está dando espalda, que no se utiliza y que está muy degradada y llena de maleza y basura. "Es como un cuarto oscuro que atraviesa la ciudad, se ve desde arriba pero no se interioriza ni se puede disfrutar", ha explicado Chueca. Se salvará el desnivel ahora existente con el resto de la calle para que se convierta en una suerte de parque lineal paseable y ciclable y dotado de equipamientos y se restaurará su ecosistema de forma que se convierta en un pulmón verde beneficioso para el medioambiente. "No es una opción, es una necesidad imperiosa", ha recalcado la alcaldesa.
La primera fase de la ribera del Huerva, al detalle
Las primeras intervenciones se centrarán, por ello, en la limpieza y la retirada de los diversos enseres que han llegado hasta el cauce del río. También se quitará el mobiliario urbano, las barandillas, bancos o papeleras que se encuentran en el área a intervenir, que se guardarán para su posterior reutilización en la fase dos. Después se eliminarán los pavimentos de hormigón, donde los haya, los adoquines o las baldosas, los muros de ladrillo y la solera de los antiguos viveros Sopesens.
Al mismo tiempo, se abrirán los accesos para que puedan entrar los equipos de trabajo, dado el encajonamiento y la compleja situación en la que se enmarca la ribera del Huerva. Se harán en las calles de Manuel Lasala, Marina Española, Martín Ruizanglada, Catalina Salazar y Miguel Servet. También se harán trabajos de refuerzo y seguridad sobre los muros y estructuras de contención, necesarios para la ampliación de las plataformas por donde después se apoyarán los caminos y sendas previstos en el futuro diseño, que se construirán en la segunda fase.
El tanque de tormentas también está incluido en esta parte de los trabajos y su objetivo es que aumente el volumen de aguas retenidas en momentos de precipitaciones para reducir las descargas al río de caudales sin depurar. Igualmente, se harán labores de recuperación, saneamiento y desbroce progresivas, de acuerdo con la tipología de las especies invasoras. Se ha elaborado para ello un inventariado de aves avistadas y nidos, así como tablas con toda la vegetación existente, de lo que se desprende que hay 65 especies exóticas frente a solo 14 autóctonas.
Colaboración institucional
A la presentación de este miércoles han acudido también los concejales responsables de Urbanismo y Medio Ambiente, Víctor Serrano y Tatiana Gaudes, el consejero de Medio Ambiente y Turismo de la DGA, Manuel Blasco, la presidenta de la Fundación Biodiversidad (que concede los fondos de la UE y dependiente del Gobierno central), Elena Pita, y el presidente de la CHE, Carlos Arrazola. Todos ellos han señalado la colaboración institucional, "tanto en fondos como en conocimientos técnicos", que ha permitido poner en marcha el proyecto.
