Zaragoza cambia de bus eléctrico y apuesta por un modelo de Mercedes más seguro y con más autonomía

Los nuevos autobuses llegarán a lo largo del primer semestre de 2025.

Los nuevos buses, durante su presentación este viernes en la plaza del Pilar
Los nuevos buses, durante su presentación este viernes en la plaza del Pilar
Guillermo Mestre

Los nuevos buses eléctricos ya no serán de Irizar. Zaragoza apostará por el modelo eCitaro de Mercedez Benz para las siguientes 40 unidades que adquirirá con fondos europeos. Se trata de vehículos “mucho más modernos” que cuentan con los últimos avances en accesibilidad y seguridad. También tendrán una mayor autonomía, garantizando más de 230 kilómetros en las condiciones más difíciles frente a los 200 actuales.

La alcaldesa, Natalia Chueca, ha descartado este viernes que la decisión obedezca a las críticas de los conductores, que amenazaron con ir a la huelga por la “falta de visibilidad” de los buses de Irizar. “Los modelos actuales son perfectamente seguros y están homologados. Esta, no obstante, es una solución más completa. Sabemos que algunos conductores eran reacios al anterior modelo y hemos sido sensibles a la reclamación”, ha justificado.

Actualmente, la ciudad cuenta con 58 buses de Irizar, restando otros diez que llegarán entre febrero y marzo. La previsión es que los nuevos, por los que también han apostado Sevilla, Munich o Berlín, estén en el primer semestre de 2025. Según ha explicado la regidora, se han adquirido 25 de 12 metros y 15 articulados de 18, una apuesta que se completará con la instalación de 40 puntos de recarga más en las cocheras de Avanza que se sumarán a los 75 ya existentes.

Los eCitaro, que ya han sido probados en las calles de Zaragoza hasta en dos ocasiones, contarán con un sistema de guiado interno con luces led para personas con discapacidad y asistente de giro con dos niveles de alerta. Son, además, los únicos con asistencia real de frenado para situaciones de peligro, según ha apuntado el director de Avanza, Guillermo Ríos, están fabricados íntegramente en Europa y tienen aviso de peatones y ciclistas en el frontal. La puerta de acceso, uno de los aspectos más criticados del modelo de Irizar, será doble, y el travesaño izquierdo será mucho más estrecho, garantizando una mejor visibilidad.

Como curiosidad, contarán con controles de alcoholemia -obligando a los conductores a soplar y dar negativo cada vez que se suban al autobús- y sustituirán su claxon por una campana similar a la del tranvía. Además, irán equipados con rampa eléctrica y manual, retrovisores por cámara y un sistema de suspensión inteligente que se traducirá en un mayor confort para los conductores y los viajeros. El objetivo final, ha destacado Chueca, es que estos nuevos autobuses ayuden a reducir emisiones y permitan una movilidad “más limpia, cómoda y moderna para los ciudadanos”. No en vano, una vez entren en servicio, un tercio de la flota de Zaragoza será cero emisiones. “En total, ahorrarán 1.080 toneladas de dióxido de carbono a lo largo de su vida útil”, ha señalado.

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