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El ‘rey del simpa’ da plantón al tribunal en un juicio por agresión sexual en Zaragoza

La vista se celebró sin él y la policía que lo acusa mantuvo la petición de dos años de prisión.

Antonio Grimal Marco, en la Audiencia Provincial cuando fue juzgado en 2017
Antonio Grimal Marco, en la Audiencia Provincial cuando fue juzgado en 2017
Guillermo Mestre

La Audiencia de Zaragoza juzgó ayer a Antonio Miguel Grimal Marco, más conocido en Zaragoza como el ‘rey del simpa’, por los hechos ocurridos en comisaría tras una de sus últimas detenciones, cuando supuestamente se aprovechó de un traslado al calabozo para tocar el pecho a una funcionaria del Cuerpo Nacional. El acusado recibió en tiempo y forma la notificación, pero decidió no presentarse ante el tribunal. Pero lo que no evitó es que la vista se celebrara, ya que al pedirle la acusación particular dos años de cárcel, la ley permite juzgarlo en ausencia.

La Fiscalía nunca presentó cargos contra el ‘rey del simpa’ por estos hechos, ocurridos en el verano de 2022, después de que el detenido volviera a marcharse de un restaurante sin abonar la comanda. Y no lo hizo porque de las grabaciones que aportó la denunciante no puede deducir que Antonio Miguel Grimal actuara movido por un instinto sexual o voluntad libidinosa. "Reiteramos que no es justificable el hecho de dirigir el brazo al pecho de una mujer. Y entendemos que ella pudiera sentirse vejada y humillada, algo que en el pasado podría haberse sancionado como una falta. Pero el Código Penal ya no las castiga", recordó.

La ausencia en el banquillo del acusado impidió escuchar su versión, pero este declaró en su día ante el juez de instrucción que lo único que hizo fue indicar a la agente que no llevaba su número de identificación en el polo del uniforme. Para la Fiscalía, esto podría obedecer a algún tipo de provocación, pero no a un tipo delictivo. En cualquier caso, pidió al tribunal de la Sección Primera que deduzca testimonio por si el comportamiento del investigado pudiera suponer una infracción administrativa de las contempladas como muy graves en el artículo 36 de la Ley Orgánica 4/2015.

La acusación particular, a cargo de la letrada Pilar Sangorrín, no comparte “en absoluto” la perspectiva de la Fiscalía, y ha mantenido su petición de cárcel para el ‘rey del simpa. “Su comportamiento es injustificable. Pero como todo el mundo sabe, este señor es un maestro del engaño y pretende camuflar una actitud claramente libidinosa. Porque lo que hizo, como hace siempre, es intentar satisfacer sus instintos básicos”.

Para esta parte, tras violentar a la agente durante el interrogatorio haciéndole “guiños”, Antonio Miguel Grimal aprovechó después que iba sin esposas y que caminaban solos por el pasillo hacia el calabozo para dirigir su mano al pecho de la víctima y acercar su rostro al de ella. “Se valió de su corpulencia para intimidarla. Porque si lo que quería realmente era advertirle de que no llevaba el número de identificación, bien pudo hacerlo durante la media hora que estuvieron juntos antes en la sala de interrogatorios”. “No fue un roce casual, fue algo claramente intencionado”, ha insistido la acusación particular.

Como el ministerio público, la defensa ha propuesto la libre absolución de su cliente. Y no solo eso, también la condena en costas de la funcionario que lo denunció. “La acusación no es proporcional.

En ningún fotograma de las grabaciones se observa que mi cliente se aprovechara de su envergadura para aprovecharse de ella”, ha señalado.

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