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De los juzgados al restaurante: el rey del ‘simpa’ vuelve a actuar nada más salir de un juicio

Es la tercera vez que Antonio Grimal es ‘cazado’ tras comer ‘gratis’ en solo tres días.

El lugar en el que realizó un nuevo 'simpa' se encuentra a solo 11 minutos andando de los juzgados de la Ciudad de la Justicia
El lugar en el que realizó un nuevo 'simpa' se encuentra a solo 11 minutos andando de los juzgados de la Ciudad de la Justicia
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El rey del ‘simpa’ lo ha vuelto a hacer. Antonio Grimal salió este viernes del juzgado de guardia con una condena de 540 euros por no pagar su última hamburguesa e, inmediatamente después, se desplazó apenas unos metros para volver a comer ‘gratis’ en un restaurante cercano a los juzgados de Zaragoza. La Policía Nacional lo detuvo una vez más y lo volvió a poner a disposición judicial. Ya está en la calle pero, visto su modus operandi, no se puede descartar que este sábado vuelva a actuar. 

Su actividad está siendo frenética estos días. El miércoles, Antonio Grimal fue a comer a un restaurante de la calle de Condes de Aragón. Como suele hacer, no pagó. Al día siguiente, el jueves, pasó a disposición judicial del juzgado de instrucción número 6, y quedó en libertad. Nada más salir de la Ciudad de la Justicia, cruzó el eje del tranvía y comió una hamburguesa en un clásico local de la margen izquierda. Evidentemente, tampoco abonó su consumición y acabó en el calabozo. 

Al día siguiente, el viernes, pasó a disposición judicial en el juzgado de instrucción número 7 y se volvió a decretar su libertad. Eso sí, el titular del juzgado, Rafael Lasala, le impuso tres meses de multa a razón de 6 euros diarios (540 en total). Es la pena máxima cuando lo defraudado no excede de 400 euros, que es lo que la Fiscalía está pidiendo para él en cada caso dada la reiteración de su conducta delictiva.

Pese a ello, el viernes volvió a hacer exactamente lo mismo. Tras salir del juzgado, recorrió apenas unos pocos cientos de metros hasta un restaurante de la calle de María de Echarri. Fue puesto de nuevo a disposición del juzgado, esta vez el 8, y ya está en la calle.

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