El especialista en 'simpas' sigue sin acudir a los juicios por no pagar en los bares

Ha sido detenido seis veces en siete días, una de ellas por una cuenta de 91 euros. 

Antonio Grimal Marco, en la Audiencia de Zaragoza.
Antonio Grimal Marco, en la Audiencia de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Antonio Grimal Marco fue juzgado este lunes de nuevo por dos de las varias comidas que no pagó durante la semana pasada, cuando fue detenido por la Policía en cuatro ocasiones. El estafador profesional debería haber respondido de una cuenta de 91,80 euros que dejó sin abonar en el restaurante Sibuya Urban Sushi Bar, en la plaza de Los Sitios y otra de 15 en la calle de León Felipe. Pero, como hace habitualmente, no se presentó a ninguno de los dos juicios rápidos por delitos leves celebrados contra él en los que se volvieron a pedir sendas penas de multa por estafa y el pago del dinero.

Desde el pasado 7 de julio, cuando fue arrestado por no abonar 30,20 euros en un restaurante de la calle de Ildefonso Manuel Gil, Grimal ha sido detenido otras cinco veces más, una por no pagar la carrera a un taxista.

La cuenta más abultada fue producto de los cinco platos de comida, las dos botellas de vino, dos postres y un combinado que pidió el jueves 14 de julio en el restaurante Sibuya Urban Sushi Bar. Por esta denuncia pasó la noche en el calabozo, pero al día siguiente, al poco de salir libre, fue al Gastrobar 93, en la calle de León Felipe, y comió de nuevo a costa del hostelero. El ‘roto’ en este caso fue de 15 euros, pero no por voluntad propia, sino porque lo reconoció un cliente y advirtió a los camareros, que dejaron de servirle y llamaron a la Policía cuando les dijo que no llevaba dinero.

Una de las cosas que llama la atención del comportamiento de esta persona es que además de los platos de comida, algo que podría asumirse en un estado de necesidad, se toma dos o tres copas después de cada lifara. Y lo mismo le va bien el whisky, que el anís o el baileys. El pasado 12 de julio, en la calle de Arzobispo Apaolaza, después de comerse un almuerzo de huevos fritos, unos callos, una tapa de jamón y pimiento, todo ello acompañado con dos tubos de vino, se tomó dos carajillos de whisky, una copa de pacharán y otra de anís. Total, 20,45 euros que el dueño no cobró.

Poco a poco, Grimal va siendo reconocido en los bares, gracias a las imágenes publicadas por este diario y heraldo.es. Su aspecto es ahora más desaliñado que el que tiene en las fotos tomadas cuando fue juzgado en 2017 en la Audiencia Provincial de Zaragoza. De baja estatura, lleva barba descuidada y esta mucho más obeso.

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