Zaragoza: del tranvía tirado por caballos al hipertecnológico Urbos 100
El 23 de enero de 1976, el último convoy en circulación entró en cocheras y no volvió a salir. Los primeros tranvías se remontan a 1885, y los más modernos entrarán en funcionamiento en 2024.
En 2011, los tranvías de Zaragoza volvieron para quedarse, aunque hay quien pensó en su momento que tal vez no debieron irse. Los convoyes volvieron a circular por la capital aragonesa 35 años después de su desaparición en la madrugada del 23 de enero de 1976. El urbanismo de la década de los 70 los aparcó y olvidó en favor del automóvil, que se imponía con fuerza en las vías urbanas arañando metros de aceras y paseos.
La historia de esta red de transporte, vital para los zaragozanos, arrancó en 1885, cuando comenzaron a transitar por las calles los primeros tranvías con tracción de sangre, esto es, tirados por caballos, coincidiendo con la celebración de la II Exposición Aragonesa de Productos de la Agricultura, de la Industria y de las Artes. Años después, en 1902, la electrificación de las líneas supuso un avance tecnológico colosal. La red fue creciendo con el tiempo y alcanzó su mayor esplendor en la década de 1950, con una distribución radial y centro en la plaza de España, antes llamada de la Constitución. Y es que el tranvía fue el medio de transporte más utilizado por los zaragozanos hasta su desaparición (temporal).
El antiguo tranvía zaragozano llegó a contar con 17 líneas que unían los diferentes barrios de la ciudad. La línea 1 Bajo Aragón, con paradas en el Coso, San José y Matadero, fue la primera en establecerse, y cubría el trayecto entre plaza de la Constitución y la Estación de Cappa (en Miguel Servet).
Según puede leerse en la página web del Ayuntamiento de Zaragoza, con el crecimiento del parque automovilístico en los años 60 los tranvías comenzaron a ser sustituidos por líneas de autobuses. El 22 de enero de 1976 dejó de operar la última línea de tranvías, la número 11 Parque-San José, que iba de la plaza de España a la del Emperador Carlos, frente al parque Primo de Rivera (hoy parque Grande de José Antonio Labordeta). De esta manera desapareció Tranvías de Zaragoza S. A., convirtiéndose en Transportes Urbanos de Zaragoza, S. A. (Tuzsa).
Entre las más populares de las 17 líneas estaban la 3 Torrero, la 5 Venecia-Delicias o la 15 Casablanca, y los convoyes incluso llegaron a convivir con la red de trolebuses. Algunos modelos, como el de dos pisos, eran adquiridos de segunda mano en Londres.
El tranvía, un transporte efectivo en Zaragoza
Por aquel entonces, entre el personal del tranvía existían cobradores de billetes, revisores y conductores que se ocupaban de hacer cumplir la normativa y manejar los convoyes con efectividad. Aunque siempre había personas que se colaban y se subían a la trabuca, la parte trasera del vagón. Con todo, no hubo grandes percances en cuanto a la convivencia con otros vehículos.
Ahora ya no hay cobradores, sino modernas máquinas expendedoras y abonos de varios tipos. Sí sigue existiendo la figura del revisor-inspector, que sube aleatoriamente a los convoyes para controlar que nadie viaje sin billete. Ocurre así desde el 19 de abril de 2011, cuando se puso en marcha la nueva línea 1 del tranvía en Zaragoza, con una primera fase entre Gran Vía y Valdespartera.
Casi una década después, y con la idea de la construcción de una segunda línea siempre sobrevolando la ciudad, la SEM Los Tranvías de Zaragoza ha adquirido dos unidades tranviarias, sufragadas a través de los Fondos Europeos concedidos a nuestra ciudad.
Estos vehículos, que se sumarán a los 21 que actualmente prestan servicio en la Línea 1 del Tranvía, servirán para mejorar la calidad del servicio, sobre todo en horas punta, y abrirán más posibilidades en el caso de ser necesaria la circulación con tranvías dobles.
Las dos nuevas unidades se denominan URBOS 100, en alusión que son cien por cien accesibles. Suponen una evolución tecnológica respecto a los actuales, ya que incorporan nuevos elementos una década después de la fabricación del URBOS 3 (las primeras unidades de este modelo se entregaron en Zaragoza en marzo de 2011). Mantienen su misma línea conceptual de confort, diseño, accesibilidad y completas prestaciones para los viajeros. Está previsto que entren en funcionamiento en el primer semestre de 2024.
