El Real Zaragoza gestionará la zona deportiva de la nueva Romareda pero la sociedad se queda la comercial

El Real Zaragoza recibirá una retribución por su trabajo, pero pagará un canon por utilizar el campo. La consultora Idom estimó que el equipamiento podría generar 14 millones de ingresos al año.

Recreación de la vista de la terraza prevista en la nueva Romareda, con el paseo de Isabel la Católica y el hospital Miguel Servet.
Recreación de la vista de la terraza prevista en la nueva Romareda, con el paseo de Isabel la Católica y el hospital Miguel Servet.
IDOM

A la espera de la constitución de la sociedad mercantil que va a responsabilizarse de la construcción de la nueva Romareda, las tres instituciones que participan en el proyecto (el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Real Zaragoza) ya han definido la mecánica de funcionamiento de la entidad. De hecho, el protocolo firmado el pasado viernes ya establece que la responsabilidad de la gestión de toda la zona deportiva corresponderá al club.

Según el documento, el Zaragoza recibirá una compensación por parte de la nueva sociedad como retribución por la gestión, aunque tendrá que satisfacer un canon por la utilización de las instalaciones, de las que el equipo será el principal usuario. Pero no el único, dado que la futura Romareda quiere convertirse en una infraestructura que pueda asumir todo tipo de actividades deportivas y culturales que generen ingresos a la compañía limitada que va a impulsar la operación.

El protocolo explicita otro aspecto determinante: la explotación de los equipamientos terciarios corresponderá a la sociedad mercantil. Y esa es la clave del modelo de negocio que se quiere construir en torno al campo de fútbol, donde están previstos 22.500 metros cuadrados con este tipo de usos. Entre los servicios que se están estudiando figuran tiendas, oficinas, el museo del club, un pequeño hotel, gimnasio…

Modelo de explotación

La entidad ahora tendrá que establecer el modelo de explotación de estos espacios, que puede ir desde el alquiler hasta la concesión. De los rendimientos que genere la sociedad participarán las tres instituciones a partes iguales, aunque la base de los ingresos va a ser, sobre todo al principio, para atender los préstamos que se contraigan para edificar el campo.

De momento, se mantiene una previsión de costes de 140 millones, aunque no es descartable una cifra superior a la vista de la inflación y de la evolución alcista de los precios de la construcción. Pero fuentes consultadas no esperan que sea necesario acudir el primer año a la captación de financiación bancaria.

De los 120 millones que el Consistorio, la DGA y el club van a aportar al capital social, 50,5 se entregan en el momento de la constitución. Y de esa cifra, el Real Zaragoza y el Gobierno de Aragón desembolsan unos 24 en metálico (el Ayuntamiento de momento solo cede el suelo). Con esa cantidad sería suficiente para asumir las demoliciones del Cubo, la Gerencia de Urbanismo y la grada sur, así como las excavaciones, que deberían estar en marcha en el verano de 2024.

En cuanto avancen las obras se podrá activar la estructura de ingresos de la sociedad, que prevé de media unos 14,7 millones de euros al año, según consta en un informe elaborado por la consultora Idom a finales de 2022. De esa cantidad, alrededor de 2,3 millones de euros procederían de la zona comercial. Pero las instituciones que participan en la operación tienen previsto activar no solo la captación de nuevos socios, sino de empresas que puedan participar por la vía del patrocinio. Con los ingresos que se generen se podrá ir haciendo frente a los préstamos que vaya asumiendo la sociedad, que en el peor de los escenarios rondarían los 60 millones de euros.

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