Los vecinos de Villanueva de Huerva ya pueden volver a beber agua del grifo
La bacteria por la que se decretó la prohibición de su uso para hidratarse y cocinar ha desaparecido de los últimos análisis.
Los cerca de 300 vecinos de la localidad de Villanueva de Huerva, en la comarca del Campo de Cariñena, ya pueden volver a utilizar el agua del grifo para beber y cocinar desde primera hora de este lunes. Mediante un aviso, difundido por mensajería instantánea y megafonía, el Ayuntamiento ha informado que, tras los análisis de urgencia realizados este fin de semana, la muestra ha salido limpia y la bacteria que originó la prohibición ya no aparece.
"Formamos de la mancomunidad de Las Torcas y tenemos la toma un poco más abajo del pantano. Creemos que las tormentas de mediados de septiembre, con el arrastre, han podido influir, porque se notaba mayor turbidez", reconocía el alcalde de la localidad, Felipe Gómez. En este sentido, el regidor apuntaba a esa como la causa más probable y que ese estado haya coincidido con "una de las tomas rutinarias que suele hacer la empresa gestora".
Según detallaba Gómez, la alarma saltó hace una semana, cuando una primera muestra arrojó los resultados que se confirmaron el viernes a mediodía. Ante esos resultados, el Consistorio anunció mediante un bando que se había cortado el agua de boca de la localidad para "proteger la salud de los vecinos del municipio".
A este respecto, el primer edil reconoce que "desde el médico no se había detectado ningún virus, además de que somos un pueblo pequeño y esas cosas se acaban sabiendo". "Todo se ha quedado en un susto", mantenía Gómez. Desde un primer momento, la entidad municipal buscó alternativas y anticipó que facilitaría agua embotellada.
"Se compraron dos pales con 300 garrafas, y botellas, y un establecimiento del pueblo compró otras 100", detallaba el regidor. Desde un primer momento, el Ayuntamiento apuntaba que se había puesto la situación en conocimiento de los "organismos competentes" y que se reanudaría el servicio cuando fuera posible", como han hecho este lunes.
Gómez explicaba que, lejos de ser un problema como el de Tarazona, el de esta localidad de las orillas del río Huerva se solucionaba aumentando la cantidad de cloro.
