Chueca abre una interlocución "inmediata" por la nueva Romareda y se reune este jueves con Azcón
El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza airea sus discrepancias tras el “fracaso” del concurso del nuevo estadio lejos de la unanimidad perseguida.
El Ayuntamiento de Zaragoza abrirá “de manera inmediata” una interlocución con el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial y el Real Zaragoza para desbloquear el futuro de la nueva Romareda. Lo hará en busca de un “consenso” político, económico y jurídico que permita culminar la construcción del nuevo estadio a tiempo para el Mundial de Fútbol de 2030.
Este jueves la alcaldesa, Natalia Chueca, se ha reunido con el presidente autonómico, Jorge Azcón. Pero el camino, visto lo sucedido este miércoles en el pleno extraordinario del Consistorio, no será sencillo.
El PP ha sacado adelante los cuatro puntos de la resolución planteada por Chueca, pero en ninguno ha habido unanimidad. Es el resultado de un bronco debate en el que populares y socialistas se han culpado mutuamente del “fracaso” del concurso público, que quedó desierto, y en el que la regidora ha afeado al PSOE una actitud “propia de un patio de colegio” ante las “continuas interrupciones” de la bancada progresista al concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Víctor Serrano.
Chueca ha reconocido que la decisión del Real Zaragoza de no concurrir a la licitación fue un auténtico “jarro de agua fría”, y ha culpado a Podemos de crear “una situación jurídica complicada” con su recurso al Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (Tacpa). “Han dejado un legado nefasto para la ciudad. Ha perdido Zaragoza, el club, la afición y el Ayuntamiento”, ha remarcado, antes de acusar al PSOE de ser “cómplice” de este fracaso.
Consciente, sin embargo, de que Zaragoza solo tiene ocho meses para no quedar fuera de la candidatura al Mundial, ha remarcado que su mano sigue tendida, y que “no puede ser que la cuarta ciudad de España tenga un campo en las condiciones de deterioro y degradación actuales”.
El PP ha querido poner el foco en el PSOE y ha pedido a su portavoz, Lola Ranera, que “ayude desde la oposición”, muestre su liderazgo y convenza a la Diputación Provincial para sumarse al proyecto.
En este sentido, Serrano ha asegurado que se abre un nuevo tiempo y que tanto la alcaldesa como su equipo van a empecinarse “para sacar adelante el proyecto con diálogo, pactando y alcanzando acuerdos”. “Solo así eliminaremos incertidumbres”, ha subrayado.
A su juicio, la sensibilidad del Ejecutivo de Jorge Azcón “queda fuera de toda duda”, un aspecto especialmente importante teniendo en cuenta que "ni los zaragozanos ni el propio proyecto pueden esperar". “Hay que tomar decisiones en los próximos días y meses”, ha señalado.
Sus palabras, sin embargo, no han logrado convencer a la oposición. Entre críticas mutuas por los “volantazos” pasados, Ranera ha vuelto a pedir la dimisión de Serrano al considerar que “en vez de llevar el proyecto a buen puerto se ha hundido como el Titanic”. La portavoz socialista ha instado a “pensar en los ciudadanos y tener grandeza política”. “Vamos a elevarnos políticamente, y no solo en dragones. Vamos a buscar el consenso”, ha dicho poniendo como ejemplo la Expo 2008.
Esto no ha impedido que los socialistas hayan sacado adelante un quinto punto en el que pedían la convocatoria periódica de una junta de portavoces para conocer los avances de las negociaciones y en todo lo que respecta al modelo, el coste y la financiación del nuevo campo.
Mientras, Julio Calvo, de Vox, no ha descartado que la ciudad tenga que “bajar drásticamente las expectativas” en vista del nuevo escenario jurídico y económico y Elena Tomás, de ZEC, ha insistido en la opción de reformar el estadio, una alternativa “más sostenible” que costaría 40 millones de euros en vez de los 140 que requerirían la construcción de un nuevo estadio.
