tormentas
Nueva granizada para acabar de arruinar la cosecha entre Urrea, Plasencia, Rueda y Bardallur
El pedrisco ha descargado sobre las 17.30 en el entorno donde ya cayó hace dos meses. Una balsa de agua en un carril de la A2 obligó a desviar el tráfico en Calatorao.
Los últimos coletazos del verano han generado este lunes una nueva tormenta de granizo entre las comarcas de Valdejalón y Campo de Cariñena. En el caso de la primera demarcación, el pedrisco ha descargado, aproximadamente, entre las localidades de Épila, Urrea de Jalón, Plasencia, Rueda y Bardallur sobre las 17.30 afectando a las fincas de frutales en plena campaña de recolección y que ya se vieron afectadas por un episodio similar a principios del mes de julio.
"La tormenta de julio vino del norte y esta ha venido del sur. Lo poco que se salvó de aquella vez, lo ha machacado ahora", relataba Javier Baquerizo, productor de Urrea a pie de campo de una pieza de manzanos en Plasencia. En estos momentos, como buena parte del valle del Jalón, se encontraban en plena cosecha.
Según sus estimaciones, el fruto estaba para empezar a coger en unas pocas horas, a la espera de que hubiera cogido el color ideal para meter en las cajas. "Quedaba cerca de un 30%, pero ahora ya...", incidía. En los árboles contaba con manzanas de las variedades golden y verde doncella y también melocotones.
En el caso de Plasencia, la piedra ha sido de un tamaño también considerable y ha afectado a la vegetación. Incluso llegando al casco urbano, pero sin daños de gran consideración.
En Épila, la tormenta ha dejado granizo del humano de canicas en el polígono industrial Valdemuel. En ambos casos la lluvia ha sido prácticamente testimonial y no ha generado afecciones.
Por su parte, en Cariñena, la intensidad de la precipitación ha sido mayor, dejando algo más de 10 litros por metro cuadrado en a penas jna hora, en localidades como Aguarón. En Alfamén, también era agua aunque de menor calado.
En julio, otra tormenta de granizo, acompañada de más de 20 litros de agua afectó a un sector entre Urrea de Jalón, Rueda y Lumpiaque. La misma tarde, la del 6 de julio, en la que el aguacero se llevó por delante el colegio María Zambrano de Zaragoza.
Ya entonces algunas explotaciones, como la de melocotoneros de Manuel Cobos, daban por perdida la campaña por daños del 100%, al ser inviable económicamente la recogida.
Ya entonces los agricultores, viendo reducidos o directamente suprimidos sus ingresos, tuvieron que aplicar tratamientos para recuperar los árboles que, posiblemente, tendrán que volver a aplicar.
